El consejero delegado y máximo accionista del Real Betis, Manuel Ruiz de Lopera, continúa sin resolver el futuro del inquilino del banquillo heliopolitano. Juande Ramos es su principal candidato, aunque, según fuentes del club de La Palmera, sus presuntas exigencias económicas -2,5 millones de euros hasta el final del actual ejercicio- y deportivas -el manchego exigiría una reestructuración total- han obstaculizado el acuerdo.
Incluso, algunos consejeros digerían ayer que la contratación se había enquistado por las diferencias entre el propio Lopera y el de Pedro Muñoz, que a periodistas de Madrid (Alfredo Relaño, de 'As' y Roberto Gómez, de 'Marca') negaba categóricamente la posibilidad de regresar al Betis, aunque con los medios de Sevilla no se muestra tan tajante ni concluyente, lo que ha dado pie a un sinfín de elucubraciones.
Según fuentes del club bético, los contactos se aceleraron en la noche del lunes, cuando Lopera decidió convocar un cónclave en Jabugo para decidir el futuro de Tapia y, posteriormente, tratar de satisfacer las exigencias del manchego. A la cita de El Fontanal asistió el presidente del club, Pepe León, el director deportivo, Manuel Momparlet, y los miembros del consejo Ángel Martín, adjunto a la presidencia, Rufino González, vicepresidente, y el gerente, José Antonio González Flores.
En el encuentro hubo unanimidad en la decisión de destituir a Tapia, aunque no en la identidad de su relevo. Juande es el recurso ideal de Lopera para buscar un efecto inmediato a la crisis de resultados y, de forma directa, a la fractura social en la que continúa sumida la entidad. Con todo, el ex del Sevilla, que niega de forma sistemática que haya diálogo formal, ha tasado, según el Betis, su caché en unos límites que en La Palmera se niegan a asumir.
Los 2,5 millones, que podrían crecer hasta los 3,5 en caso de que el once de las trece barras regrese a la máxima categoría, son, siempre según el entorno de la entidad heliopolitana, un obstáculo en las negociaciones. Además, el manchego es, según la prensa italiana, uno de los principales candidatos a suplir a Ciro Ferrara en las filas de la Juventus.
Ayer fue Marcos Álvarez, preparador físico de Juande, el encargado de negar el posible retorno de Juande al Betis. "No hay nada serio", dijo, al tiempo que desmentía haber mantenido almuerzo o contacto alguno con Manuel Momparlet, como se llegó a publicar en algún medio. "A Momparlet ni lo conozco", comentó a esta redacción.
Intermediario. En el hipotético diálogo entre las partes está mediando un abogado sevillano y agente FIFA, Gonzalo Escacena, que ayer aseguró a El Correo que "no hay nada seguro" sobre el tema de un posible fichaje. "No podemos decir nada por ahora", insistió. Parco en palabras, Escacena ha sido uno de los elegidos por el Betis para intervenir en el proceso, aunque un aspecto es especialmente significativo. La ausencia en la historia de Ginés Carvajal, representante oficial de Juande, que ayer negó cualquier conversación con Lopera o algún representante legal bético, lo que da mucho que pensar.
El propio Escacena y Emilio Guerrero -amigo personal de Juande- organizaron ayer una cita con Marcos Álvarez en el Mariscos Emilio próximo a la Plaza de Cuba. Allí acudieron luego el consejero bético Jaime Rodríguez Sacristán y Antonio Barrera, ex jefe de prensa del Betis y también agente FIFA, pero que no tiene nada que ver en este asunto. Ambos acudieron a la llamada de Emilio "para tomar una cerveza" y su sorpresa fue mayúscula cuando vieron a periodistas apostados en las inmediaciones. Pecaron de pardillos. Algunos medios llegaron a publicar que Sacristrán iba con los contratos para que se firmaran allí mismo. En fin... todo muy made in Lopera, como otras historietas pasadas.
