Encajes de bolillos tendrá que hacer el técnico para organizar el esqueleto defensivo del equipo, porque faltan muchos defensas y los dos centrocampistas de cierre, Jonathan y Cordero, el primero porque vio ante el Nástic la quinta amarilla y el segundo porque aún está saliendo de una lesión. Bernardo, defensa colombiano del División de Honor, es la principal novedad en la lista. También vuelve Pérez.
Sevilla Atlético y Málaga han perdido este año muy poco, poquísimo. El filial, menos que nadioe, tres, y el conjunto costasoleño, segundo de la clasificación cuatro.
Pero quedan ya lejos las siete victorias consecutivas en las primeras siete jornadas de Liga. El Málaga, que sigue estando muy arriba en la clasificación merced a ese comienzo histórico, lleva ahora cuatro partidos seguidos sin ganar, pero tres de ellos, los tres últimos, finalizaron con empate, todos a uno (1-1), el último en Alicante ante el Hércules, un rival de cuidado esta temporada. Los precedentes del Sevilla Atlético en Málaga, todos en Segunda División B, son malos, ya que el filial sevillista perdió en sus tres encuentros. Sólo son datos, que ayudan a presentar el futuro, pero que sólo es ya pasado.
Muñiz, que advierte de la peligrosidad de un equipo que juega con buenos futbolistas pero ninguna presión clasificatoria, quedó contento con el trabajo de su equipo en Alicante, tanto que ha preparado la semana con el mismo once que actuó en ese último encuentro. El portero Goitia está recibiendo muchas críticas por las últimas actuaciones, pero de momento al menos le sigue ganando la partida por la titularidad al veterano Arnau, ex jugador del Barcelona. Son muchos los jugadores importantes de un Málaga que poco a poco olvida su tremenda crisis económica, pero entre todos ellos, para el Sevilla sobre todo, sobresale la del Pichichi Salva Ballesta, que ha arriesgado mucho dinero para quedarse en la Costa del Sol y que pese a su condición de sevillista militante, deja al lado los sentimientos cuando se trata de defender su profesionalidad.
