Paco G. Paz
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó el miércoles que España entrará el próximo año en recesión, algo que no ocurría desde 1993, con un decrecimiento de su economía del 0,2%.
"España sufrirá un golpe más duro que otros países europeos por el boom del sector inmobiliario", dijo en una rueda de prensa Jorg Decressin, uno de los directivos del departamento de análisis del organismo.
El Gobierno español respondió el pasado martes a la debilidad económica con el anuncio de que creará un fondo de 30.000 millones de euros para comprar activos de calidad de los bancos.
Decressin afirmó que la medida "parece ir en la dirección correcta" y que el país disfruta de suficientes reservas para llevarlo a cabo gracias a su política fiscal ejemplar en los últimos años.
El economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, afirmó que los gobiernos deberían usar dinero público para respaldar al sector financiero, dadas las circunstancias extraordinarias por las que pasa el mundo.
Blanchard hizo su llamamiento, en una rueda de prensa en la que presentó el informe semestral Perspectivas Económicas Mundiales del FMI, en el que se hace eco de los efectos que la crisis financiera internacional y los altos precios de la energía han tenido en los países europeos.
Así, el informe advierte de que algunos países entrarán en recesión y cita a España con un decrecimiento del 0,2%, dato que difiere de la previsión oficial del Gobierno, que contempla para el año próximo un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 1%, según figura en el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2009.
Hace sólo tres meses, cuando no había estallado con intensidad la crisis financiera internacional, el Fondo había pronosticado que la riqueza española registraría el próximo ejercicio un alza del 1,2%.
En la Zona Euro registrará en el 2009 un crecimiento del 0,2%, según el FMI, que realizó una fuerte corrección a la baja frente al 1,2% que había pronosticado el pasado mes de julio. Y para el conjunto del mundo, los recortes de previsiones fueron drásticos, hasta el 3,9% este año y el 3% el próximo.
En el capítulo de reacciones, el ministro de Economía, Pedro Solbes, calificó de "un poco negativas" los cálculos del FMI para España. Esta previsión, dijo, difiere de lo que el Gobierno tiene en su "cabeza" y añadió que, si se analiza la rebaja de tipos, la menor inflación y las medidas del Gobierno, esas cifras son "un poco negativas".
