Una pataleta o estrategia política por el reparto de poder o la herida aún abierta de una crisis que parecía apaciguada hace ya tres años con la marcha de Carmen Tovar. El PSOE de Castilleja de la Cuesta, que gobierna en minoría, escenificó nuevamente sus divisiones después de que la mitad del equipo de gobierno local presentara el jueves su renuncia al alcalde, Manuel Benítez (PSOE). Sólo 24 horas y en un intento de rebajar tensiones, tres de los cuatro concejales dimisionarios se retractaron de los hechos y aseguraron que las diferencias estaban "en vías de solución". El único que mantuvo en la mesa su renuncia fue el concejal que se iba a hacer cargo del área de Seguridad Ciudadana, José Antonio del Saz.
Los ediles socialistas Juan Manuel Anguas, Juan Manuel Domouso, Carmen Cuello y José Antonio del Saz presentaron un escrito en el registro municipal con la renuncia a las delegaciones que iban a ostentar pero conservando sus actas de capitulares. La renuncia en bloque, protagonizada por la mitad de los concejales del gobierno municipal socialista, respondería a las divergencias surgidas con Benítez, que les asignó parcelas de poder que no eran del agrado de estos concejales.
Esta pelea interna tiene, no obstante, muchas aristas, puesto que la renuncia la encabezaron el secretario general del PSOE de Castilleja de la Cuesta, Juan Manuel Anguas, con Domouso, que es el secretario de Organización del partido; y Cuello, que es la Secretaria de Política Institucional. Domouso, que también es el portavoz del grupo socialista, le quiso restar importancia a esa situación y señaló que "es un tema que está solucionado", negándose a aclarar los hechos o profundizar en esta asunto. Horas después, fue a través de un comunicado de la Ejecutiva local del PSOE cuando se comunicó que habían retirado la renuncia formalizada. En ese escrito, Anguas negó un "problema" entre él y el alcalde "más allá de las discrepancias lógicas y democráticas" y asegura que el asunto está "en vías de solución".
Con este amague de renuncia, el Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta revive los fantasmas de cuitas internas de hace tres años, cuando la por aquel entonces alcaldesa, Carmen Tovar, retiró las competencias a tres de sus ediles, entre ellos, a Benítez y Anguas, en mayo de 2008. Días después, Benítez recuperó sus asignaciones, incluida la de primer teniente de alcalde, pero no así los otros dos concejales. Eso derivó en un tenso enfrentamiento entre los que estaban a favor y en contra de Tovar hasta el punto de que siete ediles le plantearon un bloqueo que hizo peligrar la aprobación de los presupuestos municipales. Las diferencias, además, entraban dentro de las luchas de poder en el PSOE provincial entre los partidarios del secretario general, José Antonio Viera, y sus detractores. La solución, al final, fue salomónica: Tovar renunció y ocupó el cargo de delegada del gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla. Su relevo sería Benítez, mientras que Anguas tomaría las riendas de la secretaria general del PSOE local.
"Hay que cerrar la herida para que el PSOE vuelva a ser un grupo unido", dijo a finales de 2008, el propio Benítez poco después de cerrar la crisis de gobierno. Sin embargo, este amague de renuncia no ayuda a calmar los ánimos en un gobierno que empezó con dificultades, ya que está en minoría con ocho concejales, frente a los siete del PP, uno de IU y un concejal de no adscrito.
En ese sentido, no son las primeras renuncias de un Consistorio que está viviendo un arranque convulso. El número cinco de la lista del PP, Manuel Sánchez Moya, que iba en la lista como independiente, presentó hace días en el registro su voluntad de no pertenecer al grupo, con lo que pasó a ser concejal no adscrito y, de paso, deshizo el empate de fuerzas entre el PSOE y el PP.
