C.C./ Agencias
El primer ministro británico, Gordon Brown, anunció ayer que entre las medidas que su país pondrá en marcha para luchar contra la crisis se encuentra una rebaja del IVA de 2,5 puntos, hasta el 15%. Esta vez, el Reino Unido no será imitado. El Gobierno español rechaza seguir sus pasos y Berlín y París también lo descartan.
El Reino Unido presentó ayer las medidas que integran su plan anticrisis, entre las que destacó una rebaja inmediata del IVA del 17,5 al 15% (el mínimo permitido por la Unión Europea), con la intención de impulsar el consumo. Esta decisión, que implica la primera bajada de impuestos en 34 años, entrará en vigor el 1 de diciembre y se prolongará hasta el 31 de ese mes de 2009.
Una iniciativa que, no obstante, no tendrá una réplica en España. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, rechazó extrapolar la medida. "Situaciones distintas merecen respuestas distintas", aseguró ayer en Sevilla.
Insistió en que este impuesto "está más alto en el Reino Unido que en España", que registra uno de los más bajos de la UE, por lo que esta iniciativa "puede ser adecuada en el caso del Reino Unido pero no tiene que serlo en España". En sintonía reaccionaron ayer Francia y Alemania. Tras celebrar un encuentro previo al X Consejo de Ministros franco-alemán, los líderes Nicolás Sarkozy y Ángela Merkel se mostraron reacios a seguir la estela británica. "No es una buena respuesta", consideraron, para sus países. Ambos mandatarios celebraron una reunión que concluyó sin el visto bueno del motor económico de la UE -Alemania- para destinar más recursos a la estimulación del crecimiento alemán como pretendía el anfitrión y presidente en ejercicio de la UE. A dos días de que el Ejecutivo comunitario presente su propuesta para que los Veintisiete reactiven sus respectivas economías bajo la supervisión de Bruselas, la canciller alemana dejó claro que no tiene intención de adoptar medidas que supongan el desembolso de más dinero, como se hizo en la cumbre del Eurogrupo para apoyar de manera coordinada al sector bancario. "No hace falta confundir acción y precipitación", advirtió Merkel. Aunque reconoció la necesidad de una respuesta "europea" frente a la crisis, insistió en su rechazo a recurrir al instrumento presupuestario escudándose en una estricta ortodoxia financiera.
A este lado del Atlántico, el Reino Unido ha sido el primer país en presentar sus actuaciones contra la crisis. El ministro británico de Economía, Alistair Darling, anunció ayer un paquete de medidas valorado en 20.000 millones de libras (23.500 millones de euros) para estimular la economía nacional, que entrará en recesión a finales de este año.
Darling explicó el plan ante el Parlamento durante la presentación de los presupuestos para 2009-2010. Se trata de un "exhaustivo plan" para afrontar los efectos de "una crisis global sin precedentes". A fin de compensar el coste de la rebaja del IVA, que generará 12.500 millones de libras (14.700 millones de euros) de los que podrán disponer los consumidores, el Ejecutivo aplicará el aumento a partir de 2011 hasta el 45% del tope fiscal para quienes tengan ingresos anuales superiores a las 150.000 libras (176.400 euros). Una iniciativa que está condicionada a que el Partido Laborista gane las próximas elecciones, previstas para el 2010 como muy tarde.
Además, esa elevación de la carga fiscal significa, según los observadores políticos, romper la promesa que hizo el Nuevo Laborismo de Tony Blair al conquistar el poder en 1997 de que no castigaría con mayores impuestos a quienes más ganan. Sin embargo, Gordon Brown resaltó que "los momentos extraordinarios requieren medidas extraordinarias".
Darling también adelantó que la rebaja del IVA habrá que pagarla con futuros aumentos del gravamen de la gasolina, el alcohol y el tabaco (productos afectados por el impuesto sobre el valor añadido) y con el incremento del 0,5% a partir de abril de 2011 de la contribución de los empleadores y empleados a la Seguridad Social. La menor recaudación contribuirá a elevar la deuda pública, que este año se doblará hasta 78.000 millones de libras (91.700 millones de euros), y en 2009 alcanzará la cifra récord de 118.000 millones de libras (207,6 millones de euros).
El ministro rebajó la previsión de crecimiento del PIB para 2009, que disminuirá entre el 0,75 y el 1,25%, frente al incremento del 2,75% pronosticado inicialmente.
