El Gobierno español y el PSOE dieron ayer un giro en su actuación en el caso de Aminetu Haidar, que está en huelga de hambre desde el 15 de noviembre por su expulsión a Lanzarote desde El Aaiún por las autoridades marroquíes, y por primera vez desde que se desató esta crisis presionó a Rabat con el objetivo de desbloquear la situación. El Ejecutivo quiere que la solución llegue desde Marruecos. Ayer el propio Ministerio de Asuntos Exteriores solicitó formalmente a Rabat que le entregue algún tipo de documentación que le permita a Haidar viajar a El Aaiún. Desde Exteriores se insiste en que la solución tiene que ser "jurídica".
Además, desde el PSOE ayer también se movieron fichas encaminadas a resolver definitivamente el caso. Su secretaria de Política Internacional y Cooperación, Elena Valenciano, en una reunión que tuvo en el Congreso con una delegación parlamentaria marroquí encabezada por el presidente de la Cámara de Consejeros (equivalente al Senado español) y secretario general del partido Autenticidad y Modernidad (PAM), afín al rey Mohamed VI, Mohamed Cheij Biadillah, les expuso la "preocupación" de su partido por la "salud" de Haidar y por la ausencia de una salida a su situación, pero también se quejó exponiéndoles que Haidar, una "defensora de los derechos civiles pacífica", "no merece este trato pero España tampoco", porque el Gobierno de Zapatero ha trabajado para "recuperar una buena relación con Marruecos, que había quedado muy dañada tras la etapa de Aznar". Sin embargo, Valenciano admitió que "a pesar de que la reunión ha sido muy correcta, muy cordial y sobre todo muy sincera desgraciadamente no he visto ni una rendija abierta a la posibilidad de que (las autoridades marroquíes) acepten a Haidar en las condiciones en que ella quiere viajar".
Percepción que se confirmó por la noche. España dio por "cerrada" la posibilidad de que Marruecos conceda pasaporte a Aminatu Haidar y considera que es el momento de buscar "con rapidez" soluciones al caso de acuerdo con el derecho español, debido a la situación física de la activista. Así se expresó el jefe de gabinete del Ministerio de Exteriores, Agustín Santos, en una rueda de prensa celebrada en Lanzarote tras regresar de nuevo al aeropuerto de Guacimeta para conversar con Haidar, quien ayer cumple su decimoctavo día en huelga de hambre.
También la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, incidió en el malestar en el seno socialista y afirmó que la oferta del Gobierno marroquí de dar un nuevo pasaporte a Haidar si pide perdón a Mohamed VI "no parece que quiera contribuir al desbloqueo de la situación".
Por su parte, la activista saharaui insistió ayer en que seguirá hasta el final en su deseo de regresar a El Aaiún, con o sin pasaporte, y responsabilizó al Gobierno español de lo que le pueda suceder.
