El turismo en las costas andaluzas funciona por sí mismo, es una máquina bien engrasada que no tiene problemas para atraer inversión privada, nacional y extranjera. La economía andaluza depende en gran medida de él. En cambio el turismo interior -al margen de las capitales culturales- requiere de estrategias de promoción y explotación más específicas. La Junta ha decidido que sea el río Guadalquivir (y su principal afluente, el Genil) el eje central del turismo de interior. Para eso se ha creado una nueva figura jurídica, el Consorcio Guadalquivir , que gestionará todos los proyectos turísticos, culturales, deportivos, medioambientales y urbanísticos ligados al río.
Los objetivos fundamentales del Consorcio son dos: que una sola entidad unifique y ordene todos los recursos y proyectos deslavazados que han ido surgiendo a lo largo del recorrido fluvial. Y dos, que busque e impulse iniciativas de carácter público-privado para explotar al máximo el potencial económico del río y de los municipios que viven junto a él. La Junta pretende, de nuevo, aliarse con la empresa privada para dar un impulso socioeconómico a los más de 1.000 kilómetros de recorrido fluvial en esa enorme Y que compone la intersección entre el Guadalquivir y el Genil. El consejero de Turismo, Luciano Alonso, espera que esta estrategia redunde en mayor creación de empleo en los municipios ligados al río, igual que los pueblos que se ubican dentro de un Parque Natural se benefician de su proyección turística.
La principal actividad del Consorcio girará en torno al llamado Proyecto Guadalquivir, centrada precisamente en las comarcas ribereñas. Su cometido pasa ahora por diseñar una oferta homogénea de actividades turísticas vinculadas al río, la contratación de proyectos de obras y servicios o la administración de las instalaciones. Algunos de los proyectos ya están en vías de desarrollo, como los 700 kilómetros de sendero fluvial para caminantes, bicicletas y caballos; un compromiso de remodelar las estaciones ferroviarias para enlazarlas con enclaves estratégicos del Guadalquivir; la construcción de medio centenar de estaciones fluviales en tramos de río y zonas de usos recreativos en embalses. El Guadalquivir será como una gran autopista para barcos turísticos, con áreas de descanso cada 25 o 30 kilómetros. Algunas de ellas serán centros de visitantes, puntos de salida de excursiones hacia territorios representativos de la cuenca (la sierra, la vega, la marisma o la desembocadura). La oferta cultural de ciudades como Sevilla, Córdoba y Granada también irá ligada al proyecto Guadalquivir.
La creación del Consorcio, con un capital fundacional de dos millones de euros, fue aprobada ayer por el Consejo de Gobierno. La nueva entidad estará participada por la Junta (que aportará el 53% del presupuesto), las seis diputaciones de las provincias ribereñas (Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén y Sevilla), que aportan el 36%, la Red de Ciudades Río Guadalquivir (5%), la Confederación de Empresarios de Andalucía (3%) y los sindicatos CCOO y UGT (3%). El consejo rector lo encabezará el presidente de la Junta, José Antonio Griñán.
El Consorcio hereda los proyectos en marcha de la Consejería de Turismo ligados al río, que suman una inversión global de 80 millones de euros, de los cuales 21 ya han sido ejecutados o están en ejecución, como el muelle de Nueva York, en Sevilla, el costurero de la Reina o el sendero de Sierra Morena.
