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El hambre empuja al exilio palestino

La olla a presión de una Gaza cercada por los cuatro costados estalló ayer cuando cientos de miles de sus habitantes cruzaron a Egipto después de que activistas de Hamás derribasen con dinamita la valla fronteriza. Foto: EFE.

el 14 sep 2009 / 23:06 h.

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La olla a presión de una Gaza cercada por los cuatro costados estalló ayer cuando cientos de miles de sus habitantes cruzaron a Egipto después de que activistas de Hamás derribasen con dinamita y excavadoras la valla fronteriza. Israel aseguró que mantendrá el bloqueo de la franja.

Milicianos de Hamás hicieron estallar el lunes por la noche con explosivos una barrera de cemento en el puesto fronterizo, y, seguidamente, con excavadoras, abrieron quince boquetes sin que la policía egipcia se lo impidiera, por orden expresa del presidente de su país, Hosni Mubarak.

Minutos después se inició un éxodo masivo que causó la alarma en Israel y Egipto, aunque la inmensa mayoría de las personas que atravesaron la línea divisoria quería tan sólo comprar comida, combustible, tabaco y otros bienes escasos en la franja tras siete meses de bloqueo israelí.

Según pudo comprobar la Agencia Efe en el paso fronterizo de Rafah, algunos regresaban con cabras, ovejas y televisores para revenderlos mucho más caros en Gaza, donde Israel sólo ha dejado entrar seis tipos de alimentos desde que Hamás expulsó en junio a las fuerzas leales al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás.

"Tengo una tienda en Jan Yunis (sur de Gaza), pero se me han agotado la mayoría de productos, así que vengo a comprar lo que me falta", explicaba Hamdan, mientras cargaba con sus dos hijos varias cajas de detergente. Mufida Abu Zarqa, de 52 años, se disponía a cruzar la maltrecha cerca para visitar en Egipto a su hermana enferma "y, ya de paso, comprar algunas cosas que nos faltan tras siete meses de bloqueo, como comida, combustible o cigarrillos". "No tenemos elección", se disculpaba Suleimán Abdulá, de 24 años, "vivimos una muerte lenta".

Entre 350.000 y 400.000 palestinos -un cuarto de la población de la franja- optó ayer por huir, aunque fuera por unas horas, de esta "muerte lenta", según estimaciones de testigos y fuentes de Naciones Unidas. La carretera entre la ciudad de Gaza, al norte de la franja, y Rafah estaba ocupada varias horas antes por cientos de camiones, autobuses y coches atestados. Los activistas de Hamás organizaron filas para entrar y salir.

"Es el resultado natural del estrangulamiento y el bloqueo impuesto a los civiles palestinos en Gaza", dijo el portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri. El día anterior, sesenta personas habían resultado heridas en el puesto fronterizo al cargar la policía egipcia contra mujeres y niños que pedían la apertura de Rafah ante el bloqueo que Israel ejerce en los otros cinco pasos entre la franja y el exterior.

Dureza israelí. Desde París, el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, insistió en que su país mantendrá las restricciones a la entrada de productos a Gaza si se mantiene el lanzamiento de cohetes contra su territorio. "Mientras haya disparos desde Gaza (...) las restricciones van a continuar", aseguró Barak en una rueda de prensa conjunta con el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner. El bloqueo de la franja de Gaza, controlada por Hamas, fue impuesto por Israel el pasado día 17.

"Si tengo que elegir entre la calma en su territorio y la calma en el nuestro, no hay elección", afirmó el responsable de Defensa, quien señaló que mientras que Hamas no controle lo que pasa en el territorio de la Franja de Gaza "Israel reaccionará".

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