El homenaje a Blas Infante se nubla por la pugna política

La presidenta de la Junta tomará la palabra y el PP abre una bronca institucional

el 03 jul 2014 / 22:56 h.

Nada hacia presagiar que un acto institucional como el que acogerá el Parlamento andaluz mañana para conmemorar el nacimiento de Blas Infante iba a elevar tantos decibelios la bronca política en la comunidad. Desde 2010, cuando se cumplía el 125 aniversario del nacimiento del reconocido en el Estatuto como Padre de la Patria andaluza, la Cámara celebra un acto oficial de homenaje. Hasta entonces, la tradición marcaba la efeméride en la Gota de Leche, el punto kilométrico donde fue fusilado un 11 de agosto de 1936. Ese había sido hasta entonces un acto oficial en el que lo normal era que el presidente de la Junta tomara la palabra. Así lo hizo durante años ManuelChaves. El rigor del verano y las dificultades en las agendas de los políticos, que normalmente descansan la primera quincena de agosto, movieron la fecha institucional al 5 de julio hace cuatro años. Desde entonces, en el seno de la Cámara, el acto ha estado normalmente protagonizado por el presidente del Parlamento, con una ofrenda floral a Blas Infante, la intervención de los portavoces parlamentarios y con el cierre a cargo de su hija, María de los Ángeles Infante, presidenta de su fundación. Este año, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha pedido tomar la palabra. Un gesto «absolutamente normal», defienden desde el Gobierno andaluz, teniendo en cuenta que es la primera autoridad de Andalucía y que su intervención solo hace «realzar el protagonismo de Blas Infante». No opinó así el Partido Popular que ha montado una gran bronca política. Según su portavoz, Carlos Rojas, la decisión de Díaz de intervenir «rompe el consenso institucional» y es «un gesto inédito y perjudicial con el que demuestra un autoritarismo que imita al régimen bolivariano y pretende tratarnos a todos como súbditos». «Se le ha subido el cargo a la cabeza y comete un error de bulto», agregó Rojas, que reprochó a la presidenta sus «ansias de protagonismo» y denunció que deja «en muy mal lugar» al presidente de la Cámara, Manuel Gracia. El aludido no lo consideró de ningún modo así. En un comunicado oficial, Gracia consideró como «perfectamente normal la intervención», defendió que «su presencia está totalmente legitimada» y reclamó que no haya confrontación política en torno a la figura del Padre de la Patria andaluza. El del mañana, recordó el presidente de la institución, es según el Estatuto, un acto organizado por la Junta de Andalucía, «integrada por el Parlamento de Andalucía, la Presidencia de la Junta y el Consejo de Gobierno». Añadió: «He sido yo el que le propuso a la presidenta que interviniera», convencido de que no supone romper ninguna tradición ni formato prefijado. También el portavoz parlamentario del PSOE, Mario Jiménez, acusó al PP-A de querer «ensuciar» el acto y situó esta bronca en el «desconcierto y la pérdida de rumbo» de este partido desde que llegó su líder, Juan Manuel Moreno Bonilla. Fuentes del Gobierno andaluz también abundaron, en declaraciones a este periódico, en esa idea de «desquiciamiento» del PP y lamentaron que «no contribuye en nada la pataleta al homenaje» a Blas Infante. No es la primera vez que la bronca se adueña de la efeméride. Ocurrió también en 2010 cuando tras el cambio de fecha del homenaje el entonces líder popular, Javier Arenas, decidió montar un homenaje de su partido en solitario en agosto en el Parlamento andaluz en la fecha de su fusilamiento. La división fue total. Mientras, en el punto donde perdió la vida a mano de los falangistas fueron fieles a su cita anual los líderes de IU o el Sindicato Andaluz de Trabajadores. Esas diferencias se reconciliaron en años posteriores. Hasta ahora, cuando, de nuevo, resuena la bronca.

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