El hotel Posada del Lucero es la referencia en la ampliación del Rey Alfonso X, un establecimiento sito entre Ximénez de Enciso y San José que pasará de 36 a 80 habitaciones gracias a la unión de dos edificios: San José, 20 y Fabiola, 21.
Así, en año y medio este hotel será el doble de grande y ofrecerá estancias modernas basadas en el respeto a lo tradicional. La ampliación del hotel Rey Alfonso X, en pleno centro histórico, se realizará en su interior gracias a las edificaciones colindantes de San José número 20 y Fabiola 21, propiedad también de los dueños del establecimiento hotelero, que gestionan los hoteles Fernando III (en la calle San José) y Posada del Lucero (en Almirante Apodaca).
Las dos fincas que se unirán al hotel se agregarán sin perder su autonomía para cumplir así lo estipulado en la normativa vigente. Esto es, en cualquier momento estos dos inmuebles podrían seguir funcionando de forma independiente.
Con esta ampliación el número de habitaciones pasará, de las 36 abiertas tras la reforma del año 2000, a 80, de las cuales 15 serán suites, según explicó Adolfo Pérez López, el arquitecto encargado del proyecto.
La nueva fase de ampliación pretende tener su propio diseño para diferenciarla de la ya existente. Para ello, se emplearán los mismos materiales que se utilizaron para la construcción del hotel Posada del Lucero y para la reforma del diseño interior de la planta primera del hotel Fernando III, todas realizadas en el estudio de Pérez López.
Estos materiales son madera de nogal color oscuro para las carpinterías, suelos de mármol crema marfil y los baños de cuarcita negra de La India y estuco de color blanco. Todo el mobiliario ha sido diseñado por el estudio y realizado en Mallorca, mientras que el cortinaje y tapizados serán de Gastón y Daniela.
La conexión de todas las nuevas habitaciones se realizará desde la recepción actual del hotel Rey Alfonso X, creando un nuevo vestíbulo a través un cubo de acero y cristal que identificará el enlace con la fase nueva. Se modificará el diseño de las escaleras, que serán metálicas, formadas por vigas en vuelo, huellas de madera de nogal y pasamanos de cristal de seguridad.
Este espacio se abrirá al exterior a través de un montera acristalada. Todas las nuevas habitaciones darán a un patio ajardinado interior, con una arquitectura popular sevillana de huecos verticales y herrajes tradicionales respetando la edificación actual, según explicó el arquitecto.
