Economía

El Íbex se queda sin los 8.000 y retrocede a niveles de hace 2 años

El selectivo cierra a 7.936,4 puntos, en mínimos anuales, tras caer otro 1,6% y situarse en la misma cota de marzo de 2009.

el 06 sep 2011 / 16:12 h.

La resaca del lunes negro no llegó acompañada de un rebote de las bolsas. Aunque la sesión se inició con un tímido avance, no terminan de llegar mensajes que realmente inyecten tranquilidad en los inversores, que optan por huir despavoridos de la renta variable. El Íbex 35, que en la víspera se dejó un 4,69% ante el pánico a revivir una segunda recesión global, volvió a hundirse en los números rojos y cayó un 1,61%, lo que le llevó irremediablemente a perder el soporte psicológico de los 8.000 puntos y colocarse en 7.936,4 enteros, el nivel más bajo desde el 31 de marzo de 2009, cuando cerró en 7.815.

El selectivo no logró levantar cabeza en una jornada marcada por la brusca desaceleración de la expansión del PIB de la Eurozona -a pesar de que eran datos ya conocidos-, así como por la persistencia de las tensiones en el mercado de deuda soberana y las restricciones en el mercado de financiación mayorista.

El Íbex tampoco pudo apoyarse en Wall Street para alejarse del color rojo, ya que en la plaza de Nueva York cundieron las ventas pese al dato de la inesperada aceleración del sector servicios en EEUU en agosto.

Mientras el Dow Jones cedía un 1,93%, a este lado del Atlántico las plazas europeas continuaban con el descalabro sufrido el lunes y sellaron la sesión con retrocesos, deprimidas por el exiguo crecimiento del 0,2% en la Zona Euro en el segundo trimestre, tras el frenazo de las locomotoras de Alemania (creció un 0,1%) y Francia (se estancó), que sirvieron para alimentar la tesis de una nueva recesión en el Viejo Continente.

Solo Londres se desmarcó de los descensos y se anotó un rebote del 1,1%. Fráncfort y París retrocedieron un 1% y Milán se dejó un 2%. La prima de riesgo italiana se mantiene en torno a los 365 puntos básicos.

Desde Ankara (Turquía), el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que, "por supuesto", España va a poder "financiarse por sí misma" porque tiene "fortaleza" para "soportar las tensiones" en los mercados, después de que el país "y una parte importante" de sus ciudadanos hayan hecho "muchos sacrificios" que le han permitido "ganar credibilidad" y confianza. Zapatero remarcó que el Ejecutivo ya había advertido de que septiembre y, previsiblemente, octubre serían meses con "tensiones financieras serias", pues el problema de fondo sigue siendo Grecia y "hasta que no haya una respuesta contundente" no se resolverá la situación.

Para ello, consideró que la respuesta debe ser global y confió en que la reunión del G-7 del viernes suponga un avance en ese sentido, para lo que Europa debe tomar la iniciativa.

A este respecto, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, advirtió ayer de que Grecia no recibirá el siguiente tramo de asistencia financiera comprometido hasta conocer el informe por parte de la misión de expertos de la CE, el BCE y el FMI. Y es que Atenas tiene que aclarar aún varios aspectos del presupuesto de 2012 y las reformas estructurales en el país.

Zapatero, que admitió que el nivel actual de la prima de riesgo "es muy malo" para la economía española -ayer escaló a 335 puntos básicos-, remarcó que la reforma de la Constitución permite "preservar" la credibilidad y capacidad de financiación del país. "Eso lo vamos a comprobar".

"Vamos a soportar estas tensiones. Hemos tomado medidas y tenemos planificados los escenarios hasta final de año". Zapatero abundó en que no hay previstas "nuevas medidas", pero que "las que pueda haber, en caso de que pueda haber alguna", se presentarán en Madrid y el Gobierno las explicará "adecuadamente". La vicepresidenta Elena Salgado descartó también la necesidad de aprobar más ajustes para cumplir con los objetivos de déficit, aseguró que Europa no va a caer en recesión y rechazó "absolutamente" la posibilidad de un rescate de España.

Y es que el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, admitió que se equivocó al decir que Zapatero reconoció en agosto a los sindicatos que España había estado al borde del abismo y del rescate. "Fue un desafortunado intento de resumir la explicación de una reunión convocada de urgencia en una muy delicada situación", explicó, tras asegurar que no cree que España haya estado o esté ahora al borde del rescate.

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