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El indigente polaco muerto se fue del Virgen del Rocío otras veces sin esperar sus pruebas

Así lo afirman en un comunicado un grupo de veinticinco médicos de Urgencias del hospital sevillano.

el 21 oct 2013 / 19:15 h.

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Alberegue municipal. / Foto: Javier Díaz Alberegue municipal. / Foto: Javier Díaz Un grupo de veinticinco médicos de Urgencias del Virgen del Rocío de Sevilla han asegurado hoy que el indigente polaco de 23 años que murió tras recibir el alta había abandonado el centro sanitario en otras ocasiones sin esperar el resultado de las pruebas que se le habían solicitado.   El joven Piotr Piskozub falleció el 2 de octubre en un albergue para indigentes de Sevilla, después de que el personal sanitario del Virgen del Rocío solicitara, la madrugada de ese día, la asistencia de los servicios sociales municipales para que lo trasladaran desde el hospital, al considerar que no estaba en condiciones de pasar la noche en la calle.   Este grupo de médicos ha emitido un comunicado en el que afirman que el fallecido "había acudido en numerosas ocasiones a los servicios de Urgencias, demandando, más que atención médica, una cama y comida".   El médico que le atendió "no sólo le prestó asistencia médica sino que, debido al estado de abandono en que se encontraba, buscó y consiguió asistencia social para el paciente".   "En el tiempo que lleva trabajando con nosotros este facultativo ha demostrado ser un médico capaz, eficaz y comprometido con los pacientes, gozando de la estima de todos nosotros", según señalan estos veinticinco médicos adjuntos del servicio de Urgencias del Hospital Virgen del Rocío, donde el joven polaco fue atendido cuando presentaba síntomas de desnutrición y poco más de treinta kilos de peso.   En este caso, los sanitarios que atendieron al joven polaco "cumplieron en todo momento con sus obligaciones como facultativos y como personas", según el comunicado que insiste en que "en el tiempo en que permaneció en la unidad de Urgencias fue atendido como el resto de los pacientes con diligencia, profesionalidad y humanidad".   Los veinticinco firmantes piden a todas las personas e instituciones que se han conmovido con este caso que busquen "soluciones eficaces y duraderas para los cientos de indigentes que cada año acuden a nuestro servicio en busca de ayuda y no sólo de asistencia médica".

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