El PSOE y el PP encallaron ayer en su propósito de fraguar un pacto anticrisis en el Congreso a cuenta de la polémica subida del IVA prevista para julio, después de que el grupo popular hubiese pedido que se anule el incremento, lo que, para los socialistas, conduciría al país a una "catástrofe". El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, cerró ayer con su homóloga del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, la ronda de contactos que inició la semana pasada con los grupos parlamentarios para explorar la posibilidad de llegar a acuerdos en materia económica.
Sáenz de Santamaría propuso a Alonso que el Gobierno renuncie a "la única medida" contra la recesión que ha adoptado hasta ahora: la subida del IVA, ante los posibles efectos "perniciosos" que tendrá para la recuperación del consumo, y anunció que pedirá la comparecencia urgente de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, para que explique esta cuestión.
La respuesta de Alonso no se hizo esperar: "En materia de política impositiva, el PP no hace números, no tiene modelo y se limita a trasladar propuestas clarísimamente demagógicas". A juicio de Alonso, "esas rebajas de impuestos que pide [el PP] conducirían a este país a la catástrofe" y "debilitarían la posición de España en el contexto internacional", porque ningún Estado puede tener descontrolada su estructura de ingresos. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, volvió a insistir en que la subida del IVA ayudará a que España salga de la crisis y se cree empleo a finales de año, en contra de las previsiones de la Comisión Europea.
Justo lo contrario a lo que opinó el líder del PP, Mariano Rajoy, quien consideró que "no hay ninguna razón para subir los impuestos". Rajoy insistió en que no puede respaldar las "malas políticas" del Gobierno, ya que hacerlo supondría una "enorme irresponsabilidad" y le convertiría en indigno de "pedir confianza a nadie". Por eso, dijo, sólo si se produce una rectificación el PP le apoyará, al igual que ha hecho en otros ámbitos, como en las ayudas a las entidades financieras o la lucha antiterrorista.
Mientras, Sáenz de Santamaría aseguró, tras reunirse con Alonso, que ni el Ejecutivo ni el PSOE están "dispuestos a asumir con decisión la responsabilidad de gobernar y proponer medidas". La dirigente del PP manifestó que su partido participará en todos los foros que convoque el Gobierno, pero exigió "lealtad". El vicesecretario Nacional de Comunicación del PP, Esteban González Pons, fue más allá al reclamar elecciones anticipadas, porque el único pacto de Estado posible es "en las urnas entre españoles".
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, abogó por un acuerdo pero "siempre y cuando sean para hacer cosas diferentes a aquellas que nos han llevado a la situación crítica que vivimos".
Ante estas declaraciones, el secretario de estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, reclamó al PP un "apoyo leal". Mientras que el presidente del Senado, Javier Rojo, indicó que un partido no pierde su identidad ideológica por llegar a acuerdos con otras fuerzas, y reiteró que hace falta "un pacto con mayúsculas".
