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El Juli decide reaparecer en la feria de Pentecostés de Nimes

El torero se recupera de la grave cornada sufrida en Sevilla y hará el paseíllo en el anfiteatro francés el próximo lunes.

el 16 may 2013 / 22:04 h.

juliEl diestro madrileño Julián López El Juli volverá a enfundarse el vestido de torear un mes después del gravísimo percance sufrido en la Feria de Abril. Será en la feria de Pentecostés de Nimes, acartelado junto a Alejandro Talavante y Diego Silveti para estoquear un encierro de Victoriano del Río, la misma ganadería del toro que le dejó en el dique seco. Atrás habrá quedado la dura recuperación pero, sobre todo, las tres operaciones que tuvo que soportar para restañar definitivamente los tremendos destrozos musculares y el daño en la vena femoral que le produjo ese primer toro de la tarde del 19 de abril en la plaza de la Maestranza. Ese percance le impidió actuar en el cierre del ciclo sevillano con los toros de Miura, un compromiso que había despertado la máxima expectación. En cualquier caso, no le impidió ganar los principales premios de la Feria gracias al apabullante despliegue de primera figura mostrado en la tarde del Domingo de Resurrección.   “Después de unos días interminables, ¡por fin a recuperarme a casa!”. Así anunció El Juli, vía Twitter, su alta definitiva en la clínica Quirón de Zaragoza en la que tuvo que permanecer ingresado casi una semana después de ser intervenido por el doctor Val-Carreres para drenar “una tercera cavidad residual” que le producía malestar y picos de fiebre. Esa tercera intervención no estuvo exenta de polémica. Sólo unas horas antes, en la clínica Quirón-Sagrado Corazón de Sevilla daban por hecho que el diestro madrileño –después de pedir el alta voluntaria- se dirigiría a su domicilio para continuar con su rehabilitación.   Pero algo debía marchar mal. Sin comunicárselo al cirujano Octavio Mulet, El Juli decidió cruzarse España para ponerse en manos del doctor Val-Carrers. Mulet le había intervenido dos veces antes. La primera, de urgencia, en la propia enfermería de la plaza. Pero en la noche del día siguiente un inesperado sangrado obligó a abrir de nuevo el muslo herido del torero para atajar una fuerte hemorragia que, según explicaron los partes emitidos por la clínica sevillana, tenía un origen muscular.   Los sucesivos partes emitidos después por la clínica Quirón-Sagrado Corazón de Sevilla –firmados por el cirujano Octavio Mulet- hablaban de una evolución “positiva” del estado del torero herido aunque advertían de un estado febril que no se lograba remitir. Después llegó el sorpresivo viaje a Zaragoza, la tercera operación y una corta polémica sobre el verdadero alcance de las lesiones de Sevilla que fue zanjada elegantemente por el cirujano maño: “los tiempos son los tiempos y la actuación en Sevilla ha sido en todo momento correcta; una hemorragia postoperatoria está dentro de este tipo de lesiones tan graves”. El jefe de la enfermería de la plaza de la Real Maestranza, doctor Octavio Mulet, había tenido que salir a la palestra en medio de la tormenta mediática desatada publicando un documento en el que afirmaba que la cavidad que se drenó en Zaragoza era “una circunstancia común en lesiones de esta envergadura en las que puede ser necesario adoptar actuaciones complementarias en cada momento”. La última noticia de este culebrón es la mejor: El Juli está listo para reaparecer.  

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