El fuerte temporal que azotó Andalucía en abril ha dejado sin playas al litoral onubense a pocas semanas de las vacaciones y esto ha hecho levantar las alertas en vecinos y empresarios. "Este verano no sabemos dónde se va a meter la gente", dice Juan Gómez, presidente de la Asociación de Propietarios de Matalascañas.
La situación tiene en vilo a los propietarios de pisos en la costa de Huelva y a los chiringuitos, aunque menos a los hoteleros, que confían "en que la situación se arreglará y se acometerán las actuaciones si son necesarias", según explica el presidente del sector en la provincia, José Manuel Díaz, quien asegura que "aún hay tiempo para que el litoral se regenere solo".
Las zonas más afectadas son Matalascañas, Isla Cristina, Punta Umbría y Ayamonte. En alguna de estas playas hay zonas en las que el mar golpea directamente el cemento del paseo marítimo cuando la marea está alta. El Ministerio de Medio Ambiente informó esta semana de que, de momento, no hay actuaciones previstas.
Matalascañas es el lugar donde más se cebó el temporal. La deteriorada situación de esta playa se agrava aún más debido a que el espigón Juan Carlos I, ubicado en las rías de Huelva y de 25 kilómetros de longitud, impide que la arena se regenere de forma natural, por lo que los vecinos exigen actuaciones urgentes. "Hay más de cuatro kilómetros sin playa ninguna y esto hay que remediarlo porque el verano se nos echa encima y las administraciones públicas no están haciendo lo suficiente. Estamos muy preocupados", explica Gómez. El día 19 se reunirán con otros colectivos para decidir actuaciones reivindicativas para que Matalascañas vuelva a tener su playa.
Varios millones de euros. La Consejería de Turismo ha recibido estos días informes de destrozos de tres municipios -Almonte, Isla Cristina y Punta Umbría- mientras que el pasado miércoles, el pleno de la Diputación de Huelva aprobó una moción presentada por vía de urgencia por el PSOE en la que se insta a la Junta y al Gobierno central a recuperar las playas, unas actuaciones que el PP valoró en seis millones de euros.
Varios miles de puestos de trabajo dependen cada verano de la actividad de los chiringuitos onubenses. "Este año muchos no van a tener apenas espacio si no se remedia la situación", señala Pedro Maestre, presidente de los empresarios de chiringuitos de Isla Cristina, cuya playa Central no se parece en nada a la extensión de arena blanca que era hace un mes. "Hace 27 años que no recuerdo algo parecido, pero entonces ocurrió en diciembre y dio tiempo a que las playas se regenerasen solas", añade Maestre.
"Los daños ya se dejaron notar el pasado puente", asegura el presidente del colectivo de chiringuitos de Matalascañas, Francisco Freire. "Vino mucha gente a pasar esos días pero el espacio de arena era muy limitado". La concejal de Playas del Ayuntamiento de Almonte, Melanie Romero, ya calificó la situación de esta playa como "catastrófica" y aseguró que se encontraba en una situación que no se conocía "desde hacía décadas".
Romero alertó al día siguiente de que el temporal acabara con el litoral de Matalascañas de que un chiringuito había desaparecido por la fuerza del viento y del mar "y el resto están muy afectados y deteriorados", manifestó.
Y es que los destrozos en la playas se suman también a los daños en las instalaciones y equipamientos costeros. En Isla Cristina, varias playas -la Central, Urbasur y Casita Azul- se quedaron sin los accesos, que fueron instalados antes de la Semana Santa, así como sin parte del mobiliario, como pasarelas y duchas, según fuentes municipales. El Ayuntamiento ha valorado estos desperfectos en 500.000 euros y así se lo ha hecho saber a la Consejería de Turismo.
"Esta situación es muy crítica ahora pero ya la advertimos desde el noviembre al Ministerio de Medio Ambiente", explica Juan Gómez, de los propietarios de Matalascañas, quien exige al ministerio que "actúe igual de rápido que lo ha hecho en Málaga y Cádiz, cuando sus costas sufrieron desperfectos antes de Semana Santa". Gómez vive en Matalascañas desde hace 20 años y teme que este verano no tenga playa alguna donde bañarse.
