El hombre que ha quedado en libertad después de que el forense certificara que las heridas de las que lo acusaba su ex mujer se las había causado ella misma aseguró que son al menos diez las denuncias que su ex pareja le ha puesto y que todas son falsas. José Antonio pasó once meses en prisión y dice que la situación es "un tormento".
El hombre, detenido el viernes por la Policía Nacional después de que el jueves por la noche su ex pareja, Raquel V.B., denunciara que él le había provocado numerosos cortes con una navaja y una jeringuilla en su casa de Alcosa, aseguró ayer que son falsas esa denuncia y todas las anteriores. Entre febrero de 2007 y enero de 2008 estuvo encarcelado, acusado de herir con un cúter a su ex compañera de forma similar a esta última vez. En junio, cuando estaba preso, Raquel denunció que un amigo de su ex marido le había dado una paliza para que retirara las denuncias.
El hombre, de 38 años, dijo ayer que ha estado "todo este tiempo callado porque no podía demostrar nada" a su favor, pero que ahora que el forense ha corroborado que él no la agredió quiere "limpiar un poco" su imagen y aguardar a que "la Justicia hable y diga quién es culpable".
José Antonio explicó ayer que se enteró de las lesiones de Raquel porque lo llamó la Policía cuando estaba en Umbrete, donde vive, con numerosos familiares que han ratificado su coartada, porque desde que ella comenzó a denunciarlo intenta "estar siempre rodeado de gente para poder probar que no estoy donde ella dice". Hasta ha pedido que le coloquen una pulsera de localización "para que se sepa dónde estoy y me dejen tranquilo".
El hombre pasó la noche en los calabozos, pero al día siguiente el forense afirmó que las heridas de Raquel no se correspondían con la situación que ella había descrito, y sí parecían autolesiones, al ser cortes poco profundos, en paralelo, todos en la zona delantera del cuerpo -donde ella podía llegar- y sin las lesiones típicas de haber intentado defenderse, por lo que atribuyó "falta de credibilidad" a la versión de la mujer, que sin embargo mantiene que fue atacada por su ex pareja y asegura que teme por su vida.
El hombre dijo ayer que desde que se separó a finales de 2000 no intenta ver a su mujer, y que cuando en 2006 se dictó una orden de alejamiento "menos aún, porque es cárcel segura", por lo que ha renunciado incluso a ver al hijo que tienen en común.
Añadió que cuando fue encarcelado perdió su trabajo y ahora ha estado a punto de ocurrirle otra vez, y que él y su actual pareja están "muy afectados anímicamente". Calificó de "injusticia" que le acusen de algo que no ha hecho y por lo que es "presunto culpable hasta que se demuestre lo contrario". Ahora quiere que la Justicia se pronuncie, y afirma que cuando sea declarado inocente denunciará a su vez a su ex mujer por denuncia falsa.
