El delegado municipal de Empleo, Economía, Fiestas Mayores y Turismo, Gregorio Serrano, anunció ayer que el mural cerámico que se realizó hace año y medio para revestir la zapata de la calle Betis será finalmente situado en una rotonda junto a la torre Mapfre, en la entrada a la ciudad desde el Aljarafe, si bien no dio una fecha concreta para su colocación. Este mosaico se concibió para situarse en el río, dominando el barrio de Triana, si bien la fuerte polémica que creó motivó que el Consistorio acabara enterrando la idea. El concejal explicó que aunque se han barajado varias ubicaciones, entre ellas cabe recordar el Museo de la Cerámica, finalmente se ha optado por una ubicación cercana a la Torre Mapfre ya que en su opinión, este punto también marca una entrada a Triana y permite lucir un azulejo de grandes dimensiones. Además, añadió que en esta ubicación no molesta, en referencia a la polémica que se desató cuando se pensó en alicatar la zapata. Esa intención originó el rechazo de organizaciones conservacionistas y ciudadanas que veían esta actuación como un atentado al patrimonio del siglo XVIII de la ciudad y que defendían que este muro lo que precisaba era una conservación tradicional y no una cobertura artística. El Ayuntamiento encargó aquellas lozas a una de las mejores empresas de Sevilla dedicadas a la cerámica, Cefoarte, una compañía de Alcalá de Guadaíra, fundada por un experto ceramista trianero. La firma importó las baldosas cerámicas pasta prensada y horneada que forma la parte de la loza conocida como bizcocho, es decir, el azulejo sin los esmaltes de la provincia y las pintó aquí. Los azulejos se fabricaron en julio de 2012 y desde entonces están guardados esperando que el Ayuntamiento decida dónde los ubica. El Consistorio lleva estudiando desde ese momento posibles emplazamientos sin terminar de ponerle fecha a su colocación.
