El ocaso de la aceituna gordal

El pleno del Ayuntamiento de Utrera pide por unanimidad ayudas ante la crisis del sector.

el 17 nov 2010 / 19:14 h.

Figura incluso recogido en el escudo de Utrera. El olivar es una de las señas de identidad de la ciudad, sobre todo en lo que se refiere a la variedad de aceituna gordal. Y es que de los 30 millones de kilogramos que se producen anualmente en todo el país, la mitad llegan de estas tierras. Por ello, y ante la "extrema gravedad" que atraviesa el sector, el pleno aprobó una moción para reclamar medidas al respecto.

En concreto, con este documento el Ayuntamiento de Utrera insta al Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino y a la Consejería de Agricultura a que creen subvenciones específicas para la aceituna gordal en materia de organización, gestión, infraestructura, mecanización, industria y combustible profesional. También demanda la aplicación del plan renove del tractor, así como que se lleve a cabo un estudio de mercado que permita regularizar el sistema de precios con relación a la producción y comercialización del producto.

Esta propuesta, respaldada por la unanimidad de los grupos municipales, fue recibida con el aplauso de un nutrido grupo de integrantes de la importante cooperativa Utreace que acudieron a la sesión plenaria.

Esta decisión del pleno llega tras la campaña de recolección de 2010, cuando los diferentes colectivos olivareros de Utrera han puesto de manifiesto la situación de "extrema gravedad" que atraviesa el sector, provocando la ruina de muchos agricultores y el progresivo abandono de numerosos olivares históricos del término municipal.

Estos agricultores atribuyen esta situación a la propia Junta de Andalucía, acusándola de un trato "discriminatorio" con respecto a otro tipo de producciones, tipologías olivareras o municipios. De igual modo, critican la "nula" inversión en planificación, gestión, ayudas específicas, infraestructuras, mecanización o industria destinada a la variedad de aceituna gordal, "no teniendo en cuenta las importantes repercusiones económicas que posee para el Bajo Guadalquivir, para la población activa en Utrera, ocupando unos 100.000 activos durante gran parte del año ya sean de manera directa o indirecta, y que la diferencian de los otros sectores" del campo.

Otra de las reivindicaciones del sector es el coste que supone cuidar los terrenos y contratar a las personas necesarias para recolectar el producto, un gasto que no se corresponde con las ganancias que genera. Como ejemplo, los olivareros señalaron que, este año, el kilo se compra a menos de 60 céntimos, una cantidad con la que los profesionales "apenas pueden llegar a cubrir los gastos de producción, dificultando la subsistencia y viéndose agravada la situación cuando los planes de protección de cultivos autonómicos dejan fuera a la aceituna gordal", en palabras del concejal de Agricultura, Juan Bocanegra, quien abogó por salvar esta seña de identidad y motor de la economía de Utrera uniendo fuerzas.

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