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El pacto con el Estado acelera la nueva Regiones Devastadas

Tras la negociación, el Gobierno central pagará dos tercios de la reconstrucción

el 14 dic 2009 / 20:29 h.

Hugo Galera, en una foto de archivo de 2007.
Demoler y volver a levantar las 210 viviendas de Regiones Devastadas, en Cerro-Amate, costará 26,6 millones de euros y, por fin, se conoce quién pagará. Después de un año de tira y afloja, el Ministerio de Vivienda financiará dos tercios del presupuesto. La ministra Beatriz Corredor, el consejero de Vivienda, Juan Espadas, y el delegado de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, firmaron ayer el acuerdo que, por fin, acortará la larga espera de los vecinos. El protocolo previo se rubricó el 28 de octubre de 2008.


El 74% del dinero se destinará a las obras de edificación, mientras que el resto se empleará en la reurbanización de la zona y los realojos. El Ministerio pondrá 10,2 millones a través del Plan estatal, más 7,3 millones que ejecutará como subvención nominativa al Ayuntamiento. Así, financiará el 65,69% (17,5 millones), el doble de lo previsto inicialmente. El resto, 9,1 millones, lo pagarán la Junta y el Consistorio gracias al Plan Concertado de Vivienda. El Ayuntamiento destinará ese dinero a subvencionar las rentas de los inquilinos para que sigan pagando el mismo alquiler que ahora, que no llega ni a dos euros.

Hasta ahora, se han realojado a los vecinos de los dos bloques más ruinosos (San Juan de la Cruz 2 y 12) y a los de dos más (San Juan de la Cruz 10 y Carlos García Oviedo 10). Éste último tuvo lugar ayer mismo. En total, ya viven en pisos de Emvisesa 40 familias de las 210 de Regiones Devastadas y se han demolido dos bloques de los 18. El próximo jueves le tocará al de Carlos García Oviedo, 10. Las mudanzas son gratuitas para los vecinos.

Rodríguez Gómez de Celis destacó que se va resolviendo, "sin prisas pero sin pausas", una "injusticia de décadas", en alusión al mal estado de los bloques de esta barriada (de 1957), propiedad del Estado. Según el delegado de Urbanismo, esta actuación será el modelo a seguir en otras zonas, como la de Los Pajaritos.

otros acuerdos. La ministra también firmó ayer otros cuatro convenios que significarán una inversión directa de 50 millones de euros en Sevilla. La mitad vendrá de las arcas del Gobierno central y, el resto, de la Junta, el Ayuntamiento y la Universidad de Sevilla.

Rodríguez Gómez de Celis destacó la importante inversión para el Polígono Sur, que supera los 20 millones de euros y que da "continuidad" al trabajo que el Comisionado y las tres administraciones vienen realizando en ese entorno para ofrecer viviendas más dignas". Además, el Estado también aprobó una partida de 6,68 millones para el programa de rehabilitación en el Casco Norte de Sevilla, así como 5,6 millones para alojamientos universitarios.

En concreto, la Junta, el Ministerio y la Universidad de Sevilla prevén la construcción de 300 alojamientos universitarios en Pino Montano, cuyo coste total será de 30 millones. De ellos, 24 millones lo pagarán la Consejería de Vivienda y la Hispalense. En este caso, el Ayuntamiento se comprometa a ceder suelo gratis.

Rodríguez Gómez de Celis recordó que ya está previsto levantar alojamientos para investigadores en la Isla de la Cartuja para complementar el Centro de Transferencia Tecnológica que la Junta está empezando a construir.

«Es todo un lujo vivir por dos euros junto a Viapol»

María Serrano llevaba 43 años viviendo en Regiones Devastadas, pero ayer entró en su nuevo piso, nada menos que en la Cross Pirotecnia, junto a Viapol. Y paga el mismo alquiler: 1,93 euros al mes. Ella es una de las personas que fueron realojadas  del número 10 de  Carlos García Oviedo. “Es todo un lujo vivir aquí, en la milla de oro, por 1,93 euros.

Es casi como si nos hubiera tocado la lotería”, asegura María, camarera de piso en un hotel. Su marido, Manuel Gómez, es camarero en una cafetería. Ambos aseguran que esta Navidad será especial. Eso sí, el próximo jueves (cuando se derribe su antiguo bloque) lo pasarán “mal”. “No teníamos miedo a engaños y la mejora es evidente, pero vivimos mucho en Regiones Devastadas y falta mucha gente, como mis padres...”, lamenta. En el futuro, no saben si regresarán a su antiguo barrio o si se quedarán en el piso de Emvisesa: “Ya no nos ata nada allí”.

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