La unidad que han formado 6 de los 7 sindicatos de la enseñanza para evitar que Educación cambie el sistema de colocación de interinos no tuvo reflejo en la huelga de ayer. Hubo un seguimiento del 12% de los 12.000 interinos. El pacto in extremis entre la consejería y el único sindicato que apoya el cambio (UGT) contribuyó a desmovilizar a los docentes.
Casi 500 profesores, según la Policía, se manifestaron ayer a las puertas de la Consejería de Educación para protestar en contra del nuevo decreto que va a cambiar el sistema de acceso a la función pública docente y de colocación de interinos. La mayoría eran interinos con poco tiempo de servicio, muchos de ellos venidos de otras provincias andaluzas en autobuses fletados por los sindicatos. También había aspirantes a interinos sin experiencia en la escuela, que mostraban el mismo rechazo a que se prime la nota sobre el tiempo de servicio.
Durante los últimos 20 años, los que aprobaban las oposiciones a maestro pero no lograban plaza eran ordenados en la bolsa de espera en función de su experiencia. El nuevo sistema primará la nota del examen sobre el tiempo trabajado, y todos los sindicatos de la enseñanza, excepto uno, se han conjurado para que ese método no llegue a implantarse, amenazando, incluso, con impugnarlo en los tribunales si llega a aprobarse.
La huelga de ayer fue seguida por casi el 11,8% de los interinos andaluces, según datos de la consejería, y del 65% según los sindicatos convocantes.
El acuerdo que firmaron la consejería y FETE-UGT apenas dos días antes de la huelga ha contribuido a "desmovilizar y dividir a los interinos", según valoraron ayer los manifestantes. Entre ellos había quienes razonaban su oposición al nuevo sistema de colocación argumentando que "ya no convendrá ser interino". "Si cada dos años hay que presentarse a oposiciones y sacar nota, no me merecerá la pena cubrir una baja de dos meses en la otra punta de Almería, mejor me quedo estudiando", decía Lola, maestra en Tarifa. "Los futuros interinos trabajarán con la espada de Damocles encima, porque mientras ellos dan clases, sus competidores en las oposiciones se están preparando el examen", comentó Raúl López, liberado por Ustea en Huelva. Muchos de los manifestantes desconocían los términos del acuerdo que ha firmado Educación con UGT, y que asegura la prioridad en la colocación a los 12.000 interinos actuales "indefinidamente", hasta que logren la plaza fija. Otros simplemente no se lo creían, y aseguraban que era una estratagema para precarizar su trabajo.
