Ha sido un trimestre laboral estadísticamente raro. Lo ha sido en Sevilla, en Andalucía y en España. Y lo ha sido en una mínima parte por la nueva metodología, con especial incidencia en la cuantía de la población activa, y en una parte mayoritaria por el distinto calendario de las fiestas de la Semana Santa marzo en 2013, abril en 2014 y los síntomas de una incipiente recuperación cuyo impacto en el mercado de trabajo aún es complicado de analizar y de sacar, pues, una conclusión clara. Sea como fuere, lo cierto y verdad es que las cosas comienzan ya a moverse dicho con suma prudencia, y quedan un segundo trimestre bueno y un tercero regular.
Desempleada ante una oficina del SAE.
Tras ese último cambio estadístico, con apenas repercusión sobre los datos de Andalucía, la Encuesta de Población Activa (EPA) revela para esta comunidad autónoma un descenso del desempleo del 4,04 por ciento en el primer trimestre de 2014 respecto al precedente. Este porcentaje equivale a un recorte en 59.200 parados, hasta los 1.403.400, siendo del 34,94 por ciento su tasa sobre el conjunto de la ciudadanía en edad de trabajar. Si la comparación la fijamos teniendo en cuenta el periodo enero-marzo de 2013, tal bajada es del 5,28 por ciento (78.300 personas).
Sí, aflora un nuevo rumbo por tres razones. Primera: se han registrado previamente descensos intertrimestrales pero no en el acumulado de un año entero como en esta ocasión. Segunda: fin a la destrucción de empleo ésta se da cuando el mercado laboral es incapaz de absorber el aumento de la población activa o baja la ocupación. Y tercera: la anormal disminución del paro regional justo en el arranque de un ejercicio, si bien aquí cabe también aducir el recorte en el dato de activos.
Cierta sorpresa en las cifras aportadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El primer trimestre del año suele ser tradicionalmente malo para el mercado laboral andaluz tras finalizar campañas agrícolas de gran poder de arrastre sobre el empleo, como la del aceite de oliva, y a la espera del empuje del turismo de Semana Santa este 2014 ha caído bien entrado el mes de abril y, por tanto, no se ha contabilizado.
Contrasta, asimismo, con el casi estancamiento del desempleo en el conjunto del Estado. En concreto, el paro en España bajó un imperceptible 0,04 por ciento, esto es, en 2.300 personas, para situar el número total en 5.993.300 personas sin poder trabajar, con una tasa del 25,93 por ciento sobre la población activa. Desde el primer trimestre de 2013, la disminución ha sido del 5,49 por ciento, o 334.900 personas. Eso sí, en el arranque de 2014 se siguió destruyendo empleo en el país, después de la merma trimestral de 184.600 ocupados (-1,08 por ciento), e interanual de un 0,46 por ciento (o 79.600 personas), hasta 16.950.600. Y si siguió la ocupación en caída, su cómputo global al final arroja cifras históricamente bajas desde 2002.
Nótese la siguiente precisión: fueron 2.300 parados menos, sí, pero los activos retrocedieron para el periodo enero-marzo en 187.000 españoles, hasta 22.883.900; y fueron 334.900 parados menos en un año, sí, pero en el ejercicio los activos fueron 424.500 menos.
¿En Andalucía también prosiguió la sangría laboral? No. Su número de personas ocupadas ascendió a 2.612.700, mientras que en el último trimestre del año pasado eran 2.571.000 y 2.547.500 en el periodo enero-marzo de 2013 alzas del 1,62 y 2,56 por ciento, respectivamente. Es decir: existiendo más ocupados y menos parados, se frena en seco la destrucción laboral. En cuanto a la población activa, su cifra se estancó en comparación intertrimestral y se redujo siete centésimas (5.100 andaluces) en la interanual, para quedar en 6.853.600.
Guardando el turno a la espera de que abra una oficina del SAE.
Y todos los sectores económicos contribuyeron a reducir el desempleo en Andalucía. Sobre el último trimestre de 2013, los descensos fueron del 8,06 por ciento en agricultura (11.200 parados menos, hasta los 128.200; del 3,46 por ciento para la industria (1.300 de bajada, a 35.700), del 3,74 en la construcción (3.300 de caída, a 83.900) y del 7,01 por ciento en los servicios (equivalente a 27.700 personas, hasta 366.800). Los porcentajes interanuales respectivos alcanzaron el -19,53 por ciento, el -20,32 por ciento, el -4,03 por ciento y el -10,98 por ciento.
Entre el colectivo que buscaba su primer empleo, encontraron trabajo 8.000, situándose su número de parados en los 121.300 (-6,18 por ciento), aunque en el cómputo anual éstos se incrementaron en 3.100 (2,60 por ciento). En el caso de quienes se encontraban en situación de desempleo de larga duración (más de un año sin trabajar) ascendieron a 667.500, el 1,14 por ciento menos respecto al periodo octubre-diciembre de 2013, y un 1,16 por ciento interanual más. Por tanto, un 43,77 por ciento del total de los parados andaluces en paro superan el año al margen del mercado laboral.
El balance para Sevilla en el primer cuarto de 2014 está plagado de contrastes. El paro, a tenor de la EPA, bajó en 16.100 personas respecto al trimestre precedente, un 4,86 por ciento, hasta 314.400, que equivalen al 33,85 por ciento de la población activa de la provincia. Sin embargo, en el análisis interanual, el desempleo aún sube, poco, pero lo hace, y esto es significativo: 900 personas, o el 0,30 por ciento.
De esta forma, la destrucción de empleo se frenó en el periodo enero-marzo de este año, puesto que el número de ocupados aumentó en 8.000 en la provincia, el 1,31 por ciento, hasta 614.400, no así en la comparación anual, que arroja un descenso de 13.900 en términos absolutos, o el 2,21 por ciento. Y si la caída trimestral del paro es mucho mayor que el incremento de la ocupación, la lógica nos indica un fuerte retroceso de la población activa. En efecto, de 941.700 activos en el primer trimestre del año 2013 se ha pasado a 928.800 en el mismo periodo de 2014, siendo 936.900 la cifra para el último trimestre de 2013. Es más, la provincia de Sevilla registró con 8.100 activos menos casi la mitad de los 17.500 del descenso contabilizado en Andalucía en el primer trimestre, y con 12.900 acaparó la inmensa mayoría de los 13.200 del conjunto regional al computar doce meses completos (hasta 4.016.000 activos andaluces).
A excepción de los servicios, con descenso del 14,71 por ciento intertrimestral y del 16,4 interanual, todos los sectores aumentaron su desempleo en Sevilla, especialmente en el ladrillo (4.500 personas en el trimestre) y la agricultura (1.300). En el colectivo sin empleo anterior se redujo el paro en 8.700 sevillanos.
