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El parque-parking del Charco de la Pava abre en diciembre

Tras más de tres años de obras, tan sólo restan plantaciones para que se abran estas 80 hectáreas verdes que continuarán funcionando como zona de aparcamiento durante la Feria de Abril.

el 30 oct 2011 / 19:48 h.

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Un ciclista circula por el parque del Charco de la Pava.

Es un nuevo parque fluvial, de nada menos que 80 hectáreas (casi como el de Miraflores tras su ampliación), con un carril bici de más de cinco kilómetros, una red de caminos peatonales de adoquines, con garcillas revoloteando, palmeras, pinos, encinas, álamos, un centenar de olivos centenarios... y es un aparcamiento con 15.000 plazas para la Feria de Abril. Por difícil que parezca, el nuevo Charco de la Pava, compatibiliza ambos usos y estará abierto en diciembre.

Así lo aseguran fuentes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG ) y de la obra, realizada por la UTE Martín Casillas-Las Misiones, que también ha ejecutado ya el paso soterrado peatonal bajo el Muro de Defensa que unirá la Ronda de los Tejares con este parque, por el que ya pasean ciclistas y peatones. Las obras empezaron en julio de 2008 y el proyecto se tuvo que modificar en varias ocasiones, sobre todo, para adaptarlo al aparcamiento y para introducir el paso bajo el Muro de Defensa, lo que evitará que los vecinos de Triana se jueguen la vida cruzando por una de las carreteras más transitadas de la ciudad.

La adecuación de esta zona junto al río, que comprende la margen izquierda desde el Puente de la Pañoleta hasta el puente de la carretera de Coria del Río, costó 17,5 millones, financiados al 70% por la CHG a través de Fondos Feder y el 30% restante por el Ayuntamiento de Sevilla. De hecho, es el penúltimo parque que se abrirá incluido en el convenio marco de colaboración entre la Confederación y la Gerencia de Urbanismo para la restauración hidrológico-forestal y la protección de cauces de la ciudad, un pacto cuya primera obra, el Paseo de la O, acabó en 2007.

Lo que está por ver es cuánto tarda el Ayuntamiento en instalar bancos, papeleras, fuentes... dado el escaso presupuesto que tiene el Consistorio para el mantenimiento y la conservación de los parques y jardines, como así lo ha admitido el nuevo gobierno municipal.

Con todo, el Charco de la Pava ya luce nuevos elementos del paisaje (lomas, senderos, árboles, estancias y plazas). Cuenta con 180.000 metros cuadrados de pradera natural, con más de 3.800 árboles y cerca de 25.000 arbustos. Para protegerlo de posibles inundaciones incluso se ha llevado a cabo una elevación longitudinal de tierra a lo largo de la ribera del río Guadalquivir, en concreto, de 8,5 metros de altura, frente a las 11,5 del Muro de Defensa.

El recinto tiene cuatro accesos para los coches, del que uno será sólo para la Feria de Abril, y otros tres peatonales: en la avenida de Coria, en la rotonda de la torre de Mapfre -donde hay un gran paseo con palmeras- y el paso soterrado que lleva a la trianera ronda de los Tejares.

Pero la particularidad de esta zona verde es que también es un aparcamiento. Se adaptó el parque a otros usos que ya existían, como el aparcamiento de vehículos durante la Feria y otras actividades deportivas (alberga las instalaciones del Instituto Municipal de Deportes) y lúdicas. Por eso el parque tiene caminos para tráfico rodado y los árboles se han plantado de forma que separen las plazas de aparcamiento. A modo de columnas naturales.

Asentamientos. El parque incluso tiene una circunvalación para los coches, que se aparcarán en cinco cuadrículas de albero con árboles alineados. Pero no todo el piso es amarillo, en la zona central, por ejemplo, se sembró césped.
Según el jefe de obra, Alberto Montero, en la adecuación de la zona han trabajado entre 50 y 60 personas de forma continua durante estos tres últimos años. Y del resultado está "muy satisfecho". Eso sí, los trabajos no estuvieron exentos de dificultades.

Una de ellas fue la presencia de asentamientos de personas rumanas. Según cuenta Montero, en ocasiones hubo hasta 250 personas viviendo junto al río "en unas condiciones lamentables". "Recogían agua, cuando ésta no se puede beber, hacían hogueras con cables y los niños incluso jugaban a montarse en la maquinaria de obra, con el peligro que tiene eso. Pero no estaban aquí por gusto. El Ayuntamiento finalmente los ha desalojado, pero auguro que en una semana estarán por aquí otra vez", lamentó el responsable del proyecto.

Montero, quien explicó que se eligieron palmeras a las que no afecta la plaga de picudo rojo, aseguró que lo único que queda para acabar el parque es pintar las compuertas del paso soterrado bajo el Muro de Defensa -de 5.000 kilos de peso cada una- y plantar la pradera natural (césped y grama) en los taludes junto al mismo, una tarea que no se ha podido realizar antes por las altas temperaturas que se han registrado en la ciudad en la primera quincena del mes de octubre.

Recientemente se terminó el desvío de un tramo de una arteria de abastecimiento de Emasesa que discurre próxima al Muro de Defensa que contó con un presupuesto de ejecución de 235.4571 euros, según los responsables de la obra.

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