El secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, mantuvo ayer que el actual jefe del Ejecutivo andaluz, José Antonio Griñán, es un candidato a la Presidencia de la Junta "prefabricado" y "puesto con calzador" al que "no quieren dentro ni fuera de su partido" y que tiene "abandonada" a Andalucía.
Sanz se refirió así a la designación de Griñán como candidato socialista a la Presidencia de la Junta para las elecciones autonómicas durante la clausura en Granada de las Jornadas para el Cambio y el Empleo organizadas por el PP andaluz, en un acto al que también asistió el vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons.
El número dos de los populares andaluces consideró que Griñán, "construido por el dedazo y la moqueta", es un "candidato de BOJA", ya que "si no lo tuviera, no sería nadie" y contrapuso su perfil con el de Javier Arenas, presidente del PP-A, "un candidato hecho kilómetro a kilómetro" que "se ha recorrido Andalucía" para conocer sus problemas.
El dirigente del PP andaluz criticó también el lema utilizado por los socialistas para la precampaña, Hagamos nuestro propio camino, una senda que, según dijo, "es conocida por todos", la de los 30 años de gobiernos socialistas que han supuesto "un 30% de paro" y el caso de los ERE fraudulentos en Andalucía "como símbolo" de "los 30 años de corrupción del PSOE". Sanz subrayó que Andalucía necesita "el cambio" porque a "Griñán sin la confrontación con Rajoy ya no le queda nada", toda vez que, según dijo, "sus proyectos son ficticios" mientras que la "crisis interna de su partido" y la "corrupción" tienen "parado el gobierno" andaluz.
"Griñán es un candidato que pierde los papeles", que "insulta a los jueces y agrede" a los funcionarios, enfatizó Sanz, quien censuró que el también jefe del Ejecutivo andaluz solicite a Rajoy una conferencia de presidentes autonómicos y antes no convoque una de alcaldes en Andalucía para solucionar los problemas de esta comunidad.
A juicio de Sanz, Andalucía "necesita un cambio", entre otras cosas porque Griñán "no tiene cabeza para dirigirla" porque a su juicio "es imposible" gobernar una comunidad autónoma cada semana "se levanta con un caso de corrupción" relacionado con el PSOE. De hecho, consideró que Griñán "está nervioso", entre otros asuntos porque "las detenciones de Cádiz afectan al corazón del PSOE", apuntó en relación a un supuesto desvío de subvenciones del Plan Bahía Competitiva.
Sanz animó a las decenas de militantes y cargos públicos del PP reunidos en el Palacio de Congresos a seguir trabajando por el cambio en Andalucía, y les recordó que aún "no hay nada ganado" aunque el PP parta "de favorito" en estas autonómicas de acuerdo a las encuestas.
El líder popular estuvo acompañado en la clausura de estas jornadas en Granada por González Pons quien anticipó que el discurso del futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la sesión de investidura de mañana lunes se resume en una frase: "España tiene futuro", y confió en que la etapa de cambio que se abre ahora en el Gobierno central llegue también a Andalucía con la victoria del PP en las próximas elecciones autonómicas previstas para 2012. González Pons auguró que van a ser "tiempos difíciles" y comparó la situación que atraviesa el país con la vivida tras la salida de la dictadura, cuando los "españoles fuimos capaces", con una economía en crisis profunda, de "hacer la Transición política" y llevar a cabo la Constitución, consiguiendo resultados "en las peores circunstancias".
González Pons también aprovechó el acto, el último en el que según dijo podrá hablar a José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno estando el PP en la oposición, para despedirse de él: "Señor Zapatero le deseo en la vida privada la suerte que ni usted ni España han tenido en la vida pública".
