El PP considera que la decisión de la Audiencia Nacional de devolver el 'Caso Faisán' al juez Pablo Ruz para que siga investigando abre la puerta a que se determine quiénes son "los delincuentes" que dieron el soplo a la red de extorsión de ETA y que "los verdaderos culpables, y no sólo los de un nivel inferior", respondan ante la Justicia.
Así lo han destacado en los pasillos del Congreso la portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, y el diputado del PP Ignacio Gil Lázaro, quien ha interrogado en numerosas ocasiones sobre este asunto al exministro del Interior y actual candidato del PSOE a La Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Sáenz de Santamaría ha subrayado que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha determinado por unanimidad que hubo un "delito de terrorismo" que debe seguir siendo investigado para ver si las personas a las que el juez Pablo Ruz había procesado "son los responsables o puede haber alguien más". "Hay que determinar quiénes son todos los delincuentes porque esto es un asunto muy serio", ha dicho.
CONFIAN EN LA JUSTICIA
La dirigente 'popular' ha proclamado su confianza en la Justicia y también ha puesto de relieve que el caso de va a quedar en la Audiencia Nacional y no se va a trasladar a Irún como pretendían "la Fiscalía y el entorno del Gobierno".
En los mismos argumentos ha insistido Gil Lázaro, quien ha resaltado la necesidad de que "los verdaderos culpables, y no sólo los de un nivel inferior respondan ante la Justicia", en referencia al ministro del Interior, Antonio Camacho, y a su antecesor.
Desde su punto de vista, la Audiencia Nacional ha dejado claro que el "chivatazo a ETA existió", lo que demuestra que no es "ni un invento de la derecha ni una conspiración mediática", y también que las personas a las que Ruz quería procesar siguen imputadas, tanto por el delito de colaboración con banda armada como por el de revelación de secretos.
Por último, Gil Lázaro han insistido en que la investigación ha experimentado un "avance sustancial" con el juez Ruz, después de que el anterior instructor, Baltasar Garzón, "la tuviera cuatro años congelada en un cajón".
