El PP rompió ayer el silencio que ha mantenido durante los últimos meses sobre su modelo de gestión de Tussam. Tras reunirse con el comité de empresa, el candidato popular, Juan Ignacio Zoido, se comprometió a mantener “el carácter público de Tussam”, a no privatizar líneas –como se ha llegado a plantear en este mandato aunque todas las operaciones se han frenado por el rechazo de IU– y a aumentar la frecuencia de paso de los autobuses mediante la incorporación progresiva de todos los trabajadores eventuales de los que Tussam prescindió y que en su mayor parte continúan desempleados.
Eso sí, el candidato del PP, quien criticó la situación actual, no concretó su plan económico para realizar estos compromisos y al mismo tiempo resolver la situación de la empresa. Se limitó a plantear una refinanciación de la deuda, la búsqueda de nuevos recursos, entre los que citó, una mayor austeridad, buscar “ingresos atípicos”, como más publicidad dentro y fuera de los autobuses, y una refinanciación de la deuda.
Todo dentro de un plan económico-financiero del que no concretó dos elementos básicos. Por un lado, los gastos de personal. La empresa y el PSOE quieren recortar los sueldos: “Habrá una negociación y cada uno defenderá su postura. Pero estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo. A lo mejor la plantilla tiene que realizar una aportación, pero lo que tengo claro es que no debemos empezar por eso”. Por otro, las transferencias que realiza anualmente el Consistorio a Tussam. Zoido no quiso aclarar si su modelo pasa por incrementarlas: “El balance de las cuentas es ficticio. Se necesita una auditoría para analizar cuál es la situación, y a partir de ahí determinar las transferencias”.
El portavoz del comité de empresa, Miguel Pereira, celebró “la declaración de intenciones” del PP aunque admitió que lo principal es hallar una fórmula de viabilidad económica. El comité y el PP criticaron que 30 autobuses en condiciones de prestar servicios, y que se han intentado vender dos veces sin éxito, sean donados. Tussam afirmó que son unidades antiguas no reutilizables. La mitad irán a Cuba y el resto a República Domicana.
