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El presidente de Honduras anuncia su regreso al país tras el golpe de Estado

El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, anuncia que regresará este jueves, arropado por la comunidad internacional, a Tegucigalpa, de donde fue expulsado por el Ejército. El nuevo presidente hondureño le advierte que lo que le espera es una orden de búsqueda y captura si vuelve a pisar el país.

el 16 sep 2009 / 05:02 h.

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El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, anunció hoy que este jueves regresará, arropado por la comunidad internacional, a Tegucigalpa, de donde fue expulsado ayer por el Ejército y donde hoy se registraron los primeros choques entre la policía y los seguidores del mandatario destituido.

"Voy para Tegucigalpa el próximo jueves. Que me espere el pueblo, que me espere el Ejército y los que quieren sacrificar este sistema" democrático en Honduras, aseguró Zelaya en una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) celebrada en Managua.

Zelaya dijo que volverá a Tegucigalpa procedente de Estados Unidos, a donde partirá mañana para participar en una sesión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, y otra de la OEA en Washington, y pidió al titular de este organismo, José Miguel Insulza, y a los presidentes que quieran que lo acompañen.

Por su parte, el nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti, advirtió hoy al depuesto mandatario Manuel Zelaya que, en caso de que regrese al país, los tribunales de justicia "tienen una orden de captura contra él".

En entrevista desde Tegucigalpa con la emisora colombiana Caracol Radio, Micheletti dijo que la orden de captura contra Zelaya es consecuencia de "los delitos" que cometió por su "interés de continuar en el Gobierno o por la actitud prepotente con que él había asumido los últimos meses de Gobierno". "Los tribunales de justicia de mi país tienen orden de captura contra él porque ha incumplido con las leyes y entonces el Congreso se basó en eso", dijo el nuevo mandatario.

Mientras tanto, se estrechaba el cerco internacional al nuevo mandatario, Roberto Micheletti, cuya legitimidad aún no ha sido reconocida por ningún país, y se producían los primeros choques entre la policía y simpatizantes de Zelaya en los alrededores de la Casa Presidencial.

Fuerzas policiales lanzaron gases lacrimógenos contra cientos de manifestantes que exigían el regreso del gobernante electo democráticamente, expulsado ayer por el Ejército del país y destituido por el Parlamento.

Los agentes, apoyados por dos helicópteros, desalojaron varias barricadas que habían levantado los manifestantes y detuvieron a un número indeterminado de personas que organizaciones sociales cifran en alrededor de una treintena.

Los heridos superaron la veintena, según confirmaron a Efe fuentes de un hospital cercano a la sede de Gobierno, a donde fueron llevados la mayor parte de los lesionados.

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