No corren buenos tiempos para el A400M. El avión de transporte militar que se monta en Sevilla vuelve, por enésima vez, a encontrarse una nueva traba en el camino. Bueno, nueva no. Siguen siendo los motores los responsables de que el consorcio europeo EADS anuncie, esta vez sine die, otro retraso en el desarrollo del programa.
El primer vuelo del A400M se queda en el aire, literalmente. Porque no hay fecha para que se produzca el siguiente gran paso en el desarrollo de este nuevo avión de transporte militar que, desde hace unos cuantos meses, se monta en la planta de EADS-CASA en San Pablo.
El consorcio europeo EADS anunció a través de un breve comunicado que ha decidido posponer el primer vuelo de la aeronave, que en última instancia se había fijado para el próximo mes de diciembre, porque los motores no están "disponibles".
Y lo hace sin querer aventurar una nueva fecha después de haber errado en todas sus previsiones de calendario, hasta el punto de que su presidente, Louis Gallois, ha mostrado públicamente en varias ocasiones su malestar por la presión que, a su entender, ejercen los medios sobre la planificación prevista.
La compañía explicó que el vuelo del avión dependerá del resultado de las pruebas y ensayos previos, un programa que "debería comenzar en las próximas semanas", y también de la "disponibilidad del sistema de propulsión" (en alusión a los motores y los sistemas relacionados).
De hecho, el motor -que fue escogido por los clientes- ha supuesto el mayor problema con el que EADS se ha topado desde la fase de inicio del programa, entre otras cosas por su elevada complejidad y porque su diseño, que ha partido de cero, se ha realizado de forma simultánea con el resto del aparato.
Son las condiciones sine qua non el A400M no volará. El consorcio aeronáutico, sin embargo, aportó una nueva clave. Habrá que esperar a conocer cómo se desarrollan las conversaciones con los clientes del avión -nueve naciones entre las que se encuentra España, con 27 aparatos adquiridos- para poder calibrar "de forma fidedigna" el calendario y las consecuencias financieras y técnicas sobre el programa.
Hace justo dos semanas, el presidente de EADS, Louis Gallois, admitía ante un grupo de periodistas españoles en Madrid que el primer vuelo -inicialmente previsto para el pasado verano y luego pospuesto al otoño- se intentaría realizar antes de final de año, con lo que la compañía apuraba el plazo de doce meses de demora que se había dado ante las dificultades detectadas en el desarrollo del programa.
Aun así, los responsables del programa han reiterado en diversas ocasiones lo "extremadamente apretado" del calendario, que incluso han tildado de "excesivamente ambicioso" en sus plazos.
El sobrecoste asumido por los retrasos en el A400M han tenido hasta el momento un impacto negativo de 1.400 millones de euros, última cifra dada a conocer en la presentación de resultados del grupo correspondientes al ejercicio de 2007. De hecho, tuvo buena parte de culpa de las pérdidas registradas, de 446 millones de euros.
Este comunicado llega sólo unos días después de que saliera a la luz una carta firmada por el presidente de EADS, Louis Gallois, enviada al ministro de Defensa alemán, en la que le advertía de la posibilidad de paralizar la producción del avión, que tiene en Sevilla su planta de ensamblaje y centro de entregas, en el caso de que los clientes (Alemania es uno de ellos) reclamen indemnizaciones por los retrasos previstos en las entregas, según el diario alemán Der Spiegel.
