El pulso por el déficit se adueña del 28-F

Griñán cree un "suicidio" seguir recortando y Montoro exige a Andalucía planes de ajustes

el 28 feb 2012 / 12:41 h.

Griñán charla com Montoro y Arenas en el Parlamento.

El déficit público irrumpió ayer en la celebración del Día de Andalucía y catalizó la tensión electoral que existía en el ambiente de este 28 de febrero, a tres semanas de las elecciones andaluzas del 25 de marzo. El debate sobre el déficit público se ha convertido en una pelea entre el Estado y las comunidades. Personalizada, por las circunstancias políticas, en una pugna Gobierno-Junta. Mientras Bruselas aprueba o no flexibilizar los objetivos impuestos a España en su gasto público, el debate nacional se dirime, aparte de en los duros recortes que se avecinan, en un debate de culpas.


El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que acudió al acto oficial de izada de la bandera en el Parlamento, le dio un tirón de orejas, otro, a las autonomías. Les exigió reaccionar rápido con planes de estabilidad. Esto significa más recortes y ajustes. Y a pesar de que era su gran día, no fue condescendiente con la comunidad. Montoro pintó una malísima situación para Andalucía, la situó "en una posición de no cumplimiento y con una desviación del déficit muy importante que lleva a un aplazamiento al pago de proveedores que está poniendo en riesgo a muchas empresas". De fondo sonaba ese discurso, ýúltimamente matizado, del Gobierno y el PP avisando de la insolvencia de las cuentas andaluzas. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, calificó de "suicida" que la única política sea la de controlar el déficit. "Al final podemos tener unas cuentas cero en un país cero", advirtió. Exigió políticas de reactivación económica o, a su juicio, se alimentará más el paro y el déficit.El Gobierno apunta, aferrándose a los datos publicados el lunes, que son las autonomías las responsables de que déficit público se haya desbocado en España al 8,5% en 2011, por encima de las peores previsiones.


La Junta de Andalucía, el gobierno más visible en manos socialistas, se niega a tragar con ese discurso. Ayer insistió en que formularán alegaciones al déficit que se le ha computado a Andalucía, del 3,22%. Desde el Gobierno de José Antonio Griñán creen que es menor porque queda por reconocer una deuda de 3.000 millones de euros del Estado con Andalucía. Según la consejera andaluza de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, el Gobierno debe 1.504 millones de euros en inversiones no ejecutadas. Esta cifra la firmó, que no la pagó, el Gobierno de Zapatero. Además reclaman otros 1.379 millones de euros no pagados del Fondo de Competitividad, con el que el Estado compensa a las comunidades a través del modelo de financiación. Y apuntan también un desfase en fondos europeos. números. La Junta defiende que si hubiera cobrado estas cantidades "habría cumplido escrupulosamente el objetivo de déficit", subrayó Aguayo. Su gasto público no debería de haber sobrepasado el -1,3%. El dato medio de las comunidades fue del -2,94%. La deuda más grave corresponde a Castilla-La Mancha (-7,30%).

El Día de Andalucía es más proclive a la poesía que a los números, pero ayer ganaron las cifras. Si bien, tras el debate sobre el déficit público no solo hay números. También existe un pulso político con connotaciones que sí venían al pelo del 28-F. El hecho de que el Gobierno eche sobre las espaldas de las comunidades los incumplimientos viene a agitar el debate sobre si sirve o no el Estado de las Autonomías. Andalucía siempre lanza la misma advertencia: son las comunidades las que asumen el gasto social y gestionan la educación, la sanidad o la dependencia. Por eso el Gobierno andaluz nunca estuvo de acuerdo con el reparto de los topes impuestos al déficit. Fue el origen de una pelea larga y soterrada con la exministra Elena Salgado. ¿Cómo deben las autonomías rebajar su déficit al -1,3% y el Estado se impone el -4,8%, cuando de verdad el gasto está en manos autonómicas?, reflexionó ayer un indignado Griñán en San Telmo ante varios periodistas.


Y tras los números hay también recortes sociales. Si el Gobierno de España para cumplir ante Bruselas está abocado a suprimir 40.000 millones de gastos del Presupuesto, habrá ajustes durísimos. Muchos socialistas hablaban ayer en los corrillos de "recortes a lo griego", echando a funcionarios y dinamitando el Estado del Bienestar. En ese mensaje insistió Griñán en su discurso oficial tras entregar las Medallas de Andalucía. "No se trata de resistir, sino de conservar" o "el Estado del Bienestar es una de las grandes conquistas históricas de la humanidad", defendió. El presidente centró gran parte de su intervención en advertir contra la intención de que se destruyan avances sociales y apeló a reformas desde el consenso.


campaña. No es inocente poner aquí el acento. Ésta es una de las grandes bazas electorales del PSOE en la campaña. Advierten contra las políticas económicas del PP que no han evitado la recesión y llevan a "triturar" derechos laborales y sociales. Los socialistas se aferran a las decisiones impopulares y durísimas que está tomando el Gobierno de Mariano Rajoy para creerse que pueden remontar las encuestas.


Sacar tajada electoral del déficit será complicado. El PP tiene claro que su discurso es el de la nefasta herencia recibida. Defienden que la culpa de esos "sacrificios" que exigen a la sociedad española es de la gestión socialista. Arenas lamentó que la Junta cierre el ejercicio con "el triple del que nos había contado el presidente, José Antonio Griñán, en el Parlamento" y deje un "agujero de más de 4.000 millones de euros", una herencia que, según él, deberá gestionar el "gobierno del cambio". El dirigente popular tildó de "cortina de humo para tapar ese engaño" el hecho de que la Junta vaya a recurrir esa cifra.
En eso insistió ayer el candidato popular, que se fue de mitin a la hora del acto del 28-F.

No siempre ha acudido el líder del principal partido de la oposición a la entrega de las Medallas, pero es novedad que contraprograme con un acto partidista. Curiosamente sí acudió al Teatro de la Maestranza el candidato de IU, Diego Valderas. Una coalición PSOE-IU es un escenario posible si el PP no logra la mayoría absoluta que ayer volvieron darle todos los sondeos publicados.

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