El nuevo quiosco bar de la plaza del Arenal será una realidad en marzo de 2010. Ayer se presentó el proyecto que el arquitecto Víctor Díaz ha hecho para reflotar la histórica plaza, un bar con un diseño moderno y atrevido para una de las plazas más antiguas del municipio nazareno.
Existe una contradicción con respecto al Arenal: por un lado, es uno de los lugares más concurridos del centro de la ciudad por la ubicación de la estación de Renfe de Cercanías y los aparcamientos subterráneos. Sin embargo, por otro lado, resulta complicado conseguir que la gente se quede porque se utiliza como lugar de paso.
"El alcalde, Francisco Toscano (PSOE), me dijo hace un año que había que aprovechar más el escenario del centro de la plaza", explicó ayer Víctor Díaz, que curiosamente también diseñó el escenario que hay en el centro, sobre el que opina que "el hecho de que haya un bar allí propiciará que la gente se quede más tiempo para ver las actividades".
La plaza tiene un diseño ovalado y el arquitecto ha usado unos 110 metros cuadrados del margen más cercano la barriada de La Moneda, mirando justo al frente de dicho escenario. Además tiene una pérgola delante para poner hiedras encima que puedan darle sombra a la fachada. El presupuesto previsto para su ejecución es de 410.000 euros.
En su interior, Díaz ha elaborado un diseño abierto, de cara a que en la segunda fase de la adjudicación, cuando se decida quién lleve el bar, pueda optar entre un establecimiento de desayunos, una cafetería para el mediodía o un bar de copas. Una decisión que tomará el Ayuntamiento nazareno entre las ofertas que le presenten: "Quien se encargue de ese negocio, tendrá a su disposición todo el mobiliario y medios que precise", recordó el portavoz del equipo de gobierno, Agustín Morón.
El edil señaló también que "habrá gente que diga que la plaza no está como antes, pero el Arenal es muy antiguo y ha tenido muchos antes". Morón quiso recordar que "los problemas de la plaza son que está rodeada de calles y, por tanto, de tráfico rodado. También hay que tener en cuenta que muchos ciudadanos viven cerca, así que habrá que ver qué tipo de bar se hace allí".
El arquitecto en su diseño ya se imagina como será: un decorado más bien moderno y atrevido, algo que explica al considerarse "un hombre de mi tiempo. Estamos en el siglo XXI y si el consistorio hubiera querido algo más tradicional, habrían llamado a otro", sentenció.
