El Ejército británico también abandona Irak, tal y como estaba previsto. El repliegue de las tropas será de forma paulatina y no será hasta finales del próximo mes de julio cuando hayan dejado por completo el país.
Las tropas británicas desplegadas en Irak comenzaron ayer su retirada de la ciudad de Basora, en el sur del país, donde mantienen su base militar desde la ocupación del Estado árabe en marzo de 2003, informaron fuentes policiales iraquíes.
Las fuentes explicaron a Efe que el inicio de la retirada se celebró en un acto en el aeropuerto internacional de Basora, donde las tropas británicas entregaron su posición a un comandante estadounidense.
Unos 200 militares británicos, que constituyen el primer grupo de los 4.100 uniformados que se encuentran en Irak, regresaron al Reino Unido.
La retirada de las tropas británicas, que se producirá de manera gradual, culminará a finales del próximo mes de julio, así lo acordaron el primer ministro británico, Gordon Brown, y el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, después de la visita del primero a Bagdad.
En la actualidad, el Reino Unido que mantiene a unos 4.100 militares confinados en esta base, a unos 20 kilómetros al oeste de Basora, la mayor ciudad del sur de Irak y una de las más castigadas por la violencia a causa de los continuos ataques terroristas que sufre el país, cedió el control de la seguridad de la provincia del mismo nombre a las fuerzas iraquíes el año pasado.
Brown cierra de esta manera una operación militar promovida por su antecesor en el cargo, Tony Blair, quien aprobó, a pesar del fuerte rechazo del pueblo británico, el envío de 45.000 efectivos para participar en la invasión militar encabezada por su aliado Estados Unidos, en esa época gobernado por George W. Bush, contra Irak, que condujo al derrocamiento del ex presidente iraquí, Sadam Husein, que pereció más tarde ahorcado.
Desde la llegada de las fuerzas británicas a Irak a finales de marzo del 2003, han muerto 177 uniformados de este país en suelo iraquí.
