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El rosario, bombazo del año

Como cada mes de septiembre, tras las vacaciones de verano, los coleccionables abarrotan los quioscos de prensa en toda España. Con una oferta abrumadora, a veces insólita y variopinta, este negocio supuso el año pasado para las editoriales casi 300 millones de euros.

el 15 sep 2009 / 11:44 h.

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Como cada mes de septiembre, tras las vacaciones de verano, los coleccionables abarrotan los quioscos de prensa en toda España. Con una oferta abrumadora, a veces insólita y variopinta, este negocio supuso el año pasado para las editoriales casi 300 millones de euros.

Los rosarios son, según aseguran los quiosqueros, "el bombazo de este año". Y junto a ellos, insectos disecados, minerales, abanicos, dedales, frasquitos de perfumes, soldaditos de plomo... conviven en los tenderetes, reconvertidos en bazares, con colecciones de libros, maquetas de coches, barcos o naves galácticas. También hay vajillas infantiles decoradas con dibujos de Disney, relojes antiguos, manuales de punto de cruz o los inevitables cursos de inglés.

Según la Federación de Gremios de Editores de España, los quioscos facturaron en 2007 por la venta de coleccionables 272,08 millones de euros, frente a los 170,60 de 2006 y a los 136,17 de 2003. Una cifra, esos cerca de 300 millones de euros, que Eduardo Acín, director de márketing y coleccionables de RBA, con una cuota de mercado del 39%, considera "tremendamente conservadora". Sólo este grupo editorial catalán, que cada año pone en el mercado más de 100 lanzamientos, facturó en 2007 por este concepto 163. Hace diez años fueron 53 millones.

Estas cifras ponen de manifiesto el auge en España de un coleccionismo variopinto y popular, de arraigada tradición en otros países de nuestro entorno mediterráneo -Francia, Italia, Portugal o Grecia- y que desde hace unos años han imitado periódicos y revistas para aumentar sus lectores.

"Ni estamos en crisis ni los coleccionables están pasados de moda", insiste, en declaraciones a EFE, Eduardo Acín, quien explica así la proliferación de colecciones de objetos insólitos: "si la competencia los desarrolla es porque hay público para ello". Las tendencias en el ocio de los españoles y "estar atentos a las modas y a la actualidad", así como el éxito de colecciones anteriores, son criterios que RBA maneja para lanzar una colección. "Los productos tienen que ser -comenta Acín- únicos y accesibles, y por supuesto tienen que justificar su compra como colección".

"Cada editorial -indica un portavoz de Planeta De Agostini, el otro gran emporio del coleccionable, con un 29% de cuota de mercado, según su competidora RBA- ha desarrollado su metodología, pero en general cada colección está basada en técnicas de investigación cualitativa y cuantitativa, con criterios editoriales y de márketing muy similares a los que se utilizan en lanzamientos de productos de gran consumo".

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