Las nuevas tarifas aprobadas para el sector del taxi entrarán en vigor este fin de semana después de haber sido publicadas ayer en el boletín oficial de la Junta. Los precios incorporan este año una importante novedad que supone en la práctica elevar a casi seis euros la carrera mínima durante las noches del fin de semana. El incremento acordado es de 1,9 euros que se suman a la bajada de bandera entre las diez de la noche y las seis de la madrugada de viernes a domingo y días festivos. El Ayuntamiento y el gremio han consensuado esa importante subida de las tarifas nocturnas con idea de motivar a los propietarios de licencia de autotaxi para paliar la evidente escasez de oferta que existe durante los fines de semana en la ciudad. ¿Elevar el precio para incentivar a los taxistas es la mejor solución para garantizar la presencia de un transporte público en la calle? No parece desde luego lo más adecuado para los intereses del sevillano, respetando siempre el legítimo derecho de los taxistas a mejorar las condiciones económicas para su trabajo, uno de los más duros y desagradecidos, soportando jornadas maratonianas. Hay. sin embargo, hay un contrasentido: faltan taxis en la calle cuando los propios taxistas están reclamando una reducción de las más de 2.000 licencias que existen en la ciudad. El Ayuntamiento, a través del Instituto del Taxi, debe acabar con las actuaciones irregulares de unos cuantos que tanto daño están haciendo al sector, formado en su mayoría por trabajadores honestos y responsables. Pero la normalización del servicio no debe llevarse a cabo a costa del bolsillo de los sevillanos, menos aún cuando se trata de un servicio público. Urge que taxistas y Ayuntamiento se sienten a revisar el modelo de funcionamiento del taxi en Sevilla para aumentar su efectividad sin que acabe convertida en una prestación elitista que no interese ni al taxi ni a la ciudad.
