El Sevilla amarró el pase a los dieciseisavos de final de la Liga Europa con una desangelada igualada ante el Estoril, que castigó sobre el tiempo reglamentario la indolencia del equipo de Emery en la segunda mitad, aunque a efectos clasificatorios no tiene más trascendencia que dejar abierta la lucha por la primera plaza en el partido de la última jornada en Alemania ante el Friburgo, que se jugará en esos 90 minutos su billete tras vencer a domicilio al Slovan Liberec (1-2).
El Sevilla desapareció cuando lo hizo Reyes. El utrerano sigue jugando el derbi, con esa excelencia que se le exige de continuo. Al menos durante 45 minutos. Cualquier balón que tocó lo convirtió en una oportunidad, o aprovechaba un espacio o lo fabricaba para la salida de un compañero. Un oasis cálido en la gélida tarde dentro de un partido jugado con intensidad reservada para Los Cármenes. El zurdo aportó la brillantez y clarividencia. Su estado de gracia se descubrió ya en los albores del choque. Una recuperación en el centro del campo, en la zona del carril del ocho, un regate eléctrico, cabeza arriba, y pase esplendoroso para dejar solo a Gameiro, que ya intuía el regalo y corría hacia adelante listo para recibir cual atleta en un relevo. Tomó el testigo y se fue para Vagner, definición perfecta y el estadio aplaudió sobre todo a Reyes. Poco después lo volvió a hacer pero en la banda zurda, con pase filtrado a la espalda de la defensa lusa para Perotti, que dio un pase atrás que no encontró rematador. Era el minuto 16, y junto al recuerdo inexcusable a Antonio Puerta el Pizjuán se entregaba a José Antonio Reyes.
El argentino también fue arropado por los algo más de 16.000 espectadores que se atrevieron con la fría tarde de noviembre. A Perotti también se le espera en punto excelso y mientras tanto tiene destellos como un regate que dejó sentado a tres contrarios, para a continuación nublarse y emprender una huida a ningun ninguna parte. Si este Sevilla engancha a Perotti, junto a Reyes y Rakitic en vorágine futbolística, algo grande estará por suceder. Al ser sustituido, de nuevo la división. El Pizjuán aplaudió, los Biris entonaron el vete ya. No hay reconciliación por esa parte.
El fútbol es otro deporte cuando un futbolista del talento de Reyes está en vena. Incluso tuvo el exceso de acudir en una ocasión al rescate de un balón peligroso en el área de Varas al inicio de la segunda mitad, que lamentablemente fue entrando en decandencia. Porque el Sevilla, sin perder el sitio ni el control, fue perdiendo interés en hacer daño al conjunto portugués, que tampoco generaba ocasiones, más allá de un tiro lejano de Leal que atrapó con alguna dificultad Varas. Con la luz de Reyes apagada, al Sevilla le costó más de media hora probar de nuevo a Vagner. Fue en un buen pase de Rakitic hacia Vitolo, que había sustituido a Perotti. Al canario, que se plantaba solo, le ganó la partida el meta, como en una acción posterior muy similar, un poco más escorada a la izquierda, sobre el minuto 40.
Sólo la sustitución de Reyes permitió a la grada entrar un poco en calor para conceder una cerrada ovación, mientras el frío continuaba en el ambiente y sobre el césped. De fútbol, poco o nada. El Sevilla se fue exponiendo cada vez más al accidente y recibió un justo castigo con el gol postrero de Rúben Fernandes, y aunque sin trascendencia, es un aviso para el futuro con un error conocido de su pasado reciente.
Ficha técnica: 1 - Sevilla FC: Javi Varas; Coke, Cala, Fazio, Alberto Moreno; Cristóforo, M'Bia (Iborra, m.61); Reyes (Jairo, m.81), Rakitic, Perotti (Víctor Machín, m.67); y Gameiro.
1 - Estoril Praia: Vagner; Mano, Tavares, Rúben Fernandes, Babanco; Filipe Gonçalves (Galvao, m.62), Gonçalo; Carlitos, Evandro (Javier Balboa, m.76), Sebá (Bruno Lopes, m.83); y Leal.
Goles: 1-0, M.07: Gameiro. 1-1, M.90: Rúben Fernandes.
Árbitro: Anastasios Sidiropoulos (Grecia). Amonestó a los locales Alberto Moreno (m.48), Fazio (m.57) e Iborra (m.93), y al visitante Sebá (m.50).
Incidencias: Partido de la quinta jornada en el Grupo H de la Liga Europa disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de quince mil espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.
SIVIGLIA-ESTORIL 1-1 (28/11/2013) por scrivoquandovoglio
