Juan Catón bien puede decir a sus 34 años que ha cumplido parte de los sueños que perseguía desde pequeño: vivir de la música. Y es que, le cuesta pensar en dedicarse a otra cosa que no sea la composición. Para él la música es "un transmisor de emociones que constantemente cambia pequeñas cosas, en el que cada tema te produce una sensación diferente". Tal vez este modo de entenderla es lo que lo ha llevado a dedicarse por entero.
Es un autodidacta y ha llegado a la profesión por medios que no han sido los académicos. Toca el piano y aprende de todo lo que cae en sus manos. La imagen romántica del artista inspirado por musas no tiene cabida en Juan, a quien su inspiración le viene "observando las imágenes o leyendo el guión".
"A los 19 años quería estudiar Bellas Artes. También daba clases de teatro. Pensaba que no podría vivir componiendo temas. Al final no entré en la facultad y por accidente hice dos canciones para Raquel Duque, una artista sevillana, y empecé a verle la punta a esto". Tras tomar la decisión de trabajar profesionalmente como compositor, hizo música para teatro y, más tarde, comenzó a poner las bandas sonoras a los videojuegos de Dinamic, empresa española dedicada a los juegos de ordenador de los 80 y 90.
En 2001, la organización quebró y Juan se cambió a la música para documentales, y como se ve por los resultados, acertó. Por el momento, ya le ha puesto melodía a dos documentales de National Geographic, uno de los cuales ha recibido la mención de honor en el Festival de Cine de Montana. Como él mismo dice: "mi música se está escuchando en todo el planeta".
Actualmente está inmerso en uno sobre los Boy Scout, para el que ha contado con la participación del Conservatorio Elemental de Música de La Rinconada. "Decidí buscar un coro de niños para los temas que estaba componiendo y pensé en el conservatorio".
El cine también ha llamado a su puerta y le ha puesto música a la película Déjate caer, del director Jesús Ponce, por la que ha recibido el premio a la mejor banda sonora de la Mostra de Valencia. "Los músicos tendemos a tener muchas inseguridades y cuando ves que ganas a otros músicos de renombre y con gran trayectoria te da un subidón".
Juan Cantón peca de humilde, como buen artista que se precie, pero cada día se siente afortunado de poder hacer lo que quiere. Tiene más de 200 temas propios: "considero que he tenido mucha suerte, mi oficio ha sido el que yo quería realmente. Me he tropezado con mis sueños".
