Alfonso Budiño, director general de Cointer (Concesiones Intercontinentales, el holding de infraestructuras de Azvi en el negocio concesionario), cruza el Charco hasta diez veces al año. Desde que, en 2003, el grupo sevillano decidiera embarcarse en la aventura exterior, más de 310 millones de euros ha cosechado en contratos extranjeros. Su primera experiencia, Chile.
¿Por qué Chile? Budiño habla de la "excelencia" de la planificación de los proyectos y la "transparencia" de los concursos convocados en el país, así como de la seguridad jurídica que existe para las inversiones, y ésta última es condición sine qua non antes de acometer cualquier desembarco fuera de nuestras fronteras, además de la lógica rentabilidad que ha de reportar el dinero invertido.
Sobre México, el directivo destaca que es "puerta" para Estados Unidos, y recuerda el ambicioso programa de ferrocarriles y carreteras acometido por un Gobierno que da estabilidad y confianza al capital foráneo. E igual sucede con Brasil, agrega, "que es toda una potencia emergente".
Dos puntales, uno cultural y el otro financiero, hicieron que Azvi pusiera picas en Iberoamérica. El primero, el lenguaje, que facilita el entendimiento. Y el segundo, la presencia de bancos españoles que facilitan el crédito.
No le faltan las anécdotas al director general de Cointer -"cada país tiene sus particularidades"-, aunque casi todas hacen referencia al lenguaje, "pues hablando un mismo idioma, hay palabras que no significan lo mismo e inducen a equívoco". "En Latinoamérica son más educados al hablar, nunca te dicen, como los españoles, un no o un sí rotundo, sino que lanzan un al tiro o un ahorita, que pueden ser un sí o un no", relata.
Eso sí, asegura que la compañía nunca se ha tenido que enfrentar a la postura del egipcio, esto es, tener que pagar sobornos para acceder a contratos. "Los concursos están regulados y se rigen por la oferta más ventajosa. Tienen necesidad de atraer a inversores".
En Chile, Azvi ejecuta varios contratos de construcción y explotación como son el Puerto Terrestre de los Andes (centro logístico en el Paso de los Libertadores), la Zona de Extensión de Apoyo Logístico del Puerto de Valparaíso (es el de mayor volumen de contenedores en el Pacífico) y los aparcamientos en Temuco y Santiago de Chile.
En México, el grupo sevillano construye una autovía de 45 kilómetros entre las localidades de Tapachula y Talismán, con ramal a Ciudad Hidalgo, en el Estado de Chiapas, algunos de cuyos tramos se abrirán en junio. En Río de Janeiro, Brasil, gestiona 9.500 plazas de un aparcamiento. En Portugal ha modernizado una infraestructura ferroviaria entre los municipios de Santa Clara de Saboia y Tunes.
Y Rumanía es el último país en el que Azvi ha entrado, adjudicándose contratos de infraestructuras de carretera y ferroviarias de acceso al puente Calafat-Vidin y la rehabilitación de carreteras.
