Local

El tranvía llegará a Viapol en una alfombra de césped

La obra, que empezará la semana que viene, no cortará el tráfico. El delegado de Movilidad afirma que el servicio al apeadero de Renfe se estrenará en septiembre.

el 10 nov 2009 / 21:10 h.

TAGS:

Más obras. La semana que viene empezarán las de la ampliación del tranvía desde el Prado hasta el apeadero de Renfe de San Bernardo, frente a Viapol, pero los trabajos no requerirán cortes de tráfico. Enramadilla y Ramón y Cajal tendrán dos carriles de circulación por sentido, según aseguró ayer el delegado de Movilidad, Francisco Fernández, quien adelantó que el Metrocentro circulará en estos 885 metros nuevos sobre una alfombra de césped natural. El objetivo es que absorba los ruidos de los coches, de los autobuses y del tranvía.


Valencia y Vitoria, por ejemplo, ya lucieron una plataforma tranviaria con césped, pero tuvieron problemas: en un caso se secó y en otro nacieron jaramagos. En tenerife se cambió por césped artificial.

Los trabajos costarán 5,7 millones de euros (que pagará el Estado a través del Plan 8.000) y acabarán en siete meses. El Ayunamiento ya pidió una prórroga de seis meses ante el retraso del proyecto por "su complejidad técnica". La Consejería de Medio Ambiente frenó el proyecto al requerir medidas medioambientales extras contra el exceso de ruido y, después, la dirección facultativa se retrasó. Tussam tuvo que pagarla: 450.000 euros.

Las obras acabarán a finales de junio, después se realizarán las pruebas con los trenes para, según Fernández, inaugurar el tramo en septiembre de 2010.

La zona se convertirá así en un intercambiador: Cercanías, Metro, tranvía, autobuses de Tussam y bicis convivirán. Incluso las líneas de Tussam que mueren en el Prado lo harán en Viapol.

Una vez que el tranvía pase por delante de Viapol, los coches que procedan de Enramadilla y se dirijan hacia Ramón y Cajal tendrán que girar a la derecha y pasar por delante del apeadero. Bordearán así la nueva parada del Metrocentro. El aparcamiento de delante del apeadero (con más de treinta plazas) desaparecerá.

Además, los vehículos que vayan hacia el Prado tendrán que girar a la izquierda en la glorieta de Doña María de las Mercedes hacia la Borbolla, y no en Diego de Riaño, para circular por la avenida de Portugal y llegar al Prado. Diego de Riaño, según el delegado de Movilidad, sólo tendrá el tráfico de los residentes. Fernández también explicó que la ampliación del tranvía requerirá un cambio en la glorieta de Doña María de las Mercedes, que dará prioridad a los vehículos que circulen de norte a sur y viceversa.

Eso sí, la segunda fase del proyecto, la reurbanización de la zona, no estará lista hasta finales de 2010. De hecho, el Ayuntamiento quiere pagarla con el nuevo Plan de inversiones estatal, el Plan 5.000. En él se incluiría la nueva estación de Tussam delante del apeadero del Cercanías, zona de aparcamiento ahora.

Catenarias.

Pese a los 885 metros de más, el delegado aseguró que no serán suficientes para que los tranvías circulen con baterias delante de la Catedral y se puedan quitar las catenarias, pese a lo anunciado por el Consistorio y lo que defiende la empresa fabricante, CAF. Fernández defendió que aún no se ha decidido si el tranvía llegará a Santa Justa por San Francisco Javier (la opción anunciada por los socialistas) o por la Buhaira, como propuso IU.

Fallos en la información sobre Bueno Monreal

"Una disfunción". Así definió ayer el delegado de Movilidad del Ayuntamiento, Francisco Fernández, los fallos en la información municipal sobre las obras del paso soterrado en Cardenal Bueno Monreal con La Palmera y Manuel Siurot. El delegado anunció que los trabajos empezarían el pasado lunes y que ya conllevarían cortes de tráfico, pero lo cierto es que Cardenal Bueno Monreal no se cortará hasta dentro de "diez o doce días", según admitió ayer Fernández.

El delegado explicó que empezaron los sondeos geotécnicos para determinar los desvíos de los servicios afectados (luz, agua, gas, telefonía...), que éstos afectarán en menor medida al tráfico y que hasta que no empiece la obra de construcción del túnel en sí no se cortará totalmente Bueno Monreal. Los vecinos y los conductores podrán respirar tranquilos hasta dentro de unos diez o doce días. A partir de entonces tendrán que dar un rodeo por el corte por Cardenal Ilundain y Tabladilla.

En el caso de la obra de la ampliación del tranvía, la semana que viene empezarán también las catas para fijar dónde están los servicios que se deben desviar, así que los trabajos de mayor relevancia podrían arrancar unos días después.

  • 1