El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha rechazado el proyecto de videovigilancia proyectado para las calles del centro de Granada. La resolución, cuyos detalles no se aclararon ayer, sienta un precedente que puede marcar los planes municipales gestionados desde la Delegación de Empleo.
Sevilla cuenta con tres referentes de ciudades que han puesto en marcha sistemas de videovigilancia en la vía pública. El primero es Madrid, capital que tuvo que reajustar su modelo tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad. El segundo es Málaga, que pudo poner en marcha su propuesta después de un proceso de debate en el TSJA que retrasó la ejecución de la iniciativa durante una década. El tercero es Granada, el último en activar este sistema. La Comisión de Garantías de Videovigilancia del máximo órgano judicial ha rechazado por unanimidad la petición realizada por el comercio de la capital nazarí avalada por el Ayuntamiento, gobernado por el PP.
Aunque la resolución no será pública hasta dentro de unos días, el presidente del TSJA, Augusto Méndez de Lugo, y el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón, apuntaron ayer que su rechazo a la propuesta se debe a criterios de "intimidad" y "a las características propias" y "los valores históricos" del escenario en el que se pretendía instalar los dispositivos: las vías del Centro histórico de la ciudad.
La Delegación municipal de Empleo, encabezada por Jon Ander Sánchez (IU) aguarda ahora el contenido de la resolución. Según informaron desde este área, en el caso de Sevilla todos los estudios se están realizando de forma minuciosa para evitar enfrentarse a una resolución desfavorable, puesto que es la misma comisión que ha tumbado la propuesta de Granada, la que debe revisar el proyecto de Sevilla.
La Delegación de Empleo ha encargado el informe a la firma Indra. Ésta es la encargada de elaborar un proyecto de videovigilancia que plantee la instalación de cámaras en los principales centros comerciales -San Pablo, Nervión, Centro y Los Remedios-, así como en los polígonos industriales. Los responsables de este área han manifestado en repetidas ocasiones que los mayores problemas se encuentran en el casco histórico por las posibles invasiones de la intimidad que se pueden producir debido a la estrechez de las calles.
Precisamente, éste es el eje de la propuesta de Granada rechazada por el TSJA. En esta ciudad se planteaba instalar unas quince cámaras en una decena de calles comerciales del Centro.
