El joven Abel Gallego Díaz no tendrá que ir a la cárcel. Tenía pendiente una condena de seis meses por robo, pena que será sustituida por una multa de un año a tres euros diarios. Son algo más de 1.000 euros que impiden que se trunque la reinserción social y laboral de este vecino.
El Consejo de Ministros aprobó la conmutación de la condena que tenía pendiente, con las condiciones de que el joven de Écija, que tiene 28 años, no abandone el tratamiento que sigue para desintoxicarse de las drogas, hasta alcanzar la total rehabilitación, y no volver a cometer delitos.
Cometió un delito hace más de cuatro años, cuando era adicto a la cocaína. Con una amiga, robó un DNI y un cheque por 800 euros que cobraron en un banco, haciéndose pasar por el dueño del carné de identidad. Descubiertos, tuvieron que devolver parte del dinero, 350 euros, la que tenía él. Pero por no haber entregado el resto, este joven fue condenado en 2006 por un juzgado y se arriesgaba a ir a la cárcel, pese a asegurar que ya estaba rehabilitado de su adicción.
La condena fue precisamente lo que empujó a este vecino a desengancharse. "Me dije que tenía que salir de la droga, que ya estaba bien", recuerda.
Respaldo. De esa rehabilitación dan fe en Sombra y Luz, la asociación de Écija de ayuda a toxicómanos que le apoyó en su reinserción social, y cuyos miembros se confesaban ayer "muy alegres" por la noticia, aunque ellos quería ir más lejos y pedían el "indulto para el joven", en palabras de su presidenta, María del Carmen Cabrera.
"Le han conmutado la pena en lugar de indultarlo, pero creemos que con esto se cumple el objetivo de que no entre en prisión", reconoció. En Écija, todos coinciden en afirmar que el ingreso en prisión habría cortado de raíz la reinserción del joven, casado desde los 17 años y con dos hijas.
En Sombra y Luz aseguran que lleva más de dos años desenganchado de su antigua adicción. También tiene trabajo -lleva más de un año como empleado fijo en la delegación en Osuna de una empresa de Écija- y mantiene, por lo tanto, a su familia.
El joven se refiere a sus años de adicto como "aquella época" o "ese mundo". Cuando hace unos meses se suspendió su ingreso en prisión para estudiar la posibilidad del indulto, una petición avalada por familiares, por compañeros de trabajo, por Sombra y Luz, partidos y por más de 3.500 firmas recogidas en el municipio, el joven declaró que ahora veía que todo lo que le "costó salir de ese mundo tiene una razón".
