El presente y el futuro de Beñat, del que tanto depende el Betis en el importantísimo capítulo deportivo y en el no menos trascendental aspecto económico, dio ayer un inesperado giro. En vez de volar hacia el norte, hacia Bilbao y el Athletic, torció un poco al noreste, al centro de Europa, y se detuvo en Alemania, en el VfL Wolfsburgo, un equipo de la Bundesliga que también se ha interesado por el centrocampista vasco. La propuesta, 10 millones de euros, aunque RNE informó ya anoche de que existía un principio de acuerdo por 12 millones. Es decir, poco más de la mitad de la cláusula que tiene el jugador desde hace unos meses, esos 20 millones que lo protegen de buitres futbolísticos pero que al mismo tiempo son un contrasentido con su contrato, que sólo le asegura unas ganancias próximas a los 300.000 euros si acumula tantos partidos como la pasada temporada.
La irrupción del Wolfsburgo llena de incertidumbre el futuro de Beñat y en general todo lo que rodea al mediocampista, eje fundamental del Betis de Pepe Mel. Inmerso como estaba todo el mundo en la idea preconcebida de que el principal aspirante a hacerse con su maestría sería el Athletic Club, la presencia de un competidor tan potente como el Wolfsburgo, con solvencia financiera suficiente para afrontar el traspaso (le da sustento la poderosa Volkswagen), resulta inesperada y obliga al club de La Palmera a replantearse la situación general.
La idea original del Betis, en todo caso, era sentarse con el agente de Beñat, Vicente Biurrun, y negociar la mejoría y ampliación de su contrato para adecuarlo a su peso específico en el equipo. Al mismo tiempo, la entidad tampoco desechaba la posibilidad de conseguir un traspaso de una cuantía histórica a partir de esa cláusula de 20 millones. Descontados el 40% aproximado que debe dedicar por fuerza al cumplimiento del concurso (un 25% para pagar a acreedores y un 15% para Hacienda), al Betis le quedaría un pico bastante importante para reforzar la plantilla.
A día de hoy, sin embargo, ni el Betis ha recibido aún a Biurrun, con la consecuente inquietud del futbolista y su representante, ni ha llegado ninguna oferta que se aproxime a la cláusula del vizcaíno. Hasta ahora, lo máximo que ha sonado es una propuesta de 9 millones a la que incluso se refirió el propio presidente, Miguel Guillén, y que se achacó al Spartak de Moscú. Y también han sonado el Athletic, cómo no, el Málaga, el Fenerbahçe...
Hasta aquí, la situación objetiva. A partir de ahora, las conjeturas. Porque en el entorno verdiblanco ha extrañado mucho que trascienda este interés a dos días sólo del principio de la Liga, con la gigantesca distorsión que supondría la marcha del jugador franquicia justo cuando comienza el campeonato y sin que el Betis, aparentemente, tenga preparado un recambio.
Otro asunto raro. El Wolfsburgo puede haberse fijado en Beñat, claro que sí, pero resulta que no será por déficit de material en su plantilla, ya que tiene la friolera de 36 futbolistas en la nómina de su primer equipo, aunque uno de ellos, el mediocampista checo Vaclav Pilar, se acaba de lesionar y estará seis meses de baja. Pero en fútbol todo es posible y queda la duda de si será una maniobra para poner un listón por si el Athletic, de una vez por todas, se decide a ir por Beñat. El conjunto alemán, por cierto, presenta una curiosidad: el presidente de su consejo supervisor es español y se llama Francisco Javier García Sanz, madrileño de 55 años.
Mientras se aclara el futuro de Beñat, el jugador decía ayer a unos aficionados que se quedaría en el Betis. Y hoy, en principio, viajará a Bilbao junto a Mel, quien dijo en su día que venderlo por menos de 15 millones "sería un mal negocio".
