La detención y condena del líder opositor Garry Kasparov y el asesinato de un candidato de la formación liberal Yábloko han puesto la campaña electoral rusa al rojo vivo a una semana de los comicios a la Duma. Kasparov, que fundó el FCU en junio de 2005 para "desbancar" el presidente ruso, Vladímir Putin, fue detenido y condenado por un tribunal de Moscú a cinco días de arresto.
"Nos preocupa no saber cómo y dónde se encuentra. Exigimos su inmediata liberación", aseguró ayer Denís Bilúnov, director del opositor Frente Cívico Unido (FCU). Al respecto, Bilúnov añadió que el abogado de Kasparov, Yuri Kostanov, tampoco ha podido reunirse con él desde que fue detenido al término de la multitudinaria Marcha de los Disidentes en Moscú, que reunió a unos 3.000 partidarios de la oposición.
"En realidad, Kasparov fue arrestado para impedir que participara en la marcha convocada en San Petersburgo y que se desplazara a Sochi para escuchar las quejas de los vecinos contra la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno", dijo.
Kasparov, que ha comparado al presidente ruso con los dictadores Franco y Pinochet, ya había sido detenido en mayo pasado en Samara durante la Cumbre Rusia-Unión Europea (UE), detención que provocó las quejas de la canciller alemana, Angela Merkel.
En la segunda ciudad rusa, San Petersburgo, varias decenas de opositores, entre ellos los líderes locales de Yábloko y SPS, también fueron detenidos ayer por participar en una Marcha de los Disidentes no autorizada.
Por otra parte, el líder de Yábloko, Grigori Yavlinski, calificó de "asesinato político" la muerte la víspera del número uno de esa formación por la república norcaucásica de Daguestán, Farid Babáev.
