Local

Empieza lo bueno

Éste es el mejor paseo que puede dar por el centro durante el gran prólogo de la Navidad que ahora empieza. Tiene de todo. En particular, mucha alma. Y algún tópico, pero sólo los justos.

el 02 dic 2010 / 07:13 h.

TAGS:

¿No quería puente? Pues empiece por el de Triana. La mejor de las rutas posibles para darse el gustazo de pasear por Sevilla, ahora que no se cuece uno en su propia salsa, empieza en el tramo peatonal de la calle San Jacinto, tanto si es de los que aplauden el cambio (para que lo viva y lo goce) como si es de los que despotrican de la nueva anatomía pedestre de la capital (para luchar contra el pecado hay que conocerlo, o eso dicen).

Mientras cruza hacia Sevilla por el Puente de Triana, no deje de observar los candados de promesa que los enamorados (los enamorados con poca urbanidad, se entiende) han vuelto a dejar por las barandas, y eso que los quitaron hace poco: si no hay doscientos, no hay ninguno. Y con los nombres puestos con rotulador y todo, para más romanticismo.

Suponiendo que su estupor le permita dar un paso más, diríjalo vía Reyes Católicos hacia el número 20 de San Pablo, donde mañana por la tarde se inaugura la primera chocolatería Valor de Sevilla, una visita que llenará su faringe de tradición, sus arterias de riquísimo colesterol y a su familia política de envidia, cuando se lo cuente luego. Por cierto, hablando de pegarle una puñalada mortal al régimen (y no precisamente al político, sino al otro): las monjas ya harán bien rezando lo que les queda de año, porque lo que están preparando tiene que ser pecado mortal: primero está la Muestra de Dulces de Conventos de Sevilla, que ha tenido varias sedes (hace bien moviéndose, así quema calorías) y que desde el domingo hasta el martes, de 10 a 19 horas y con entrada libre, reúne en el Palacio Gótico del Alcázar (por el Patio de Banderas) lo más almendrado de los conventos de San Leandro, Santa Paula, Santa Inés, San Clemente, El Socorro, Madre de Dios y Santa Ana, más otros cuantos de la provincia. O sea, que entre agustinas, carmelitas calzadas o no, jerónimas y concepcionistas, la cosa se pone como para que le hagan a uno una transfusión de huevo hilado.

Si tiene a mano un rumiante, cámbiele el estómago. Porque allí al lado, en Alemanes, el Hotel Eme Catedral emprende el día 7 y hasta el 12 su II Venta de Dulces de Convento, hechos por las clarisas de Alcalá de Guadaíra y con un fin benéfico. Hablando de fines benéficos, esta vez para el alma: siga paseando porque hay dos tiendas por las que debe pasarse (y ninguna de ellas paga por salir aquí, así que es de corazón): la papelería Ferrer, en Sierpes, y la librería Padilla, en la calle Feria. La primera, muy cerca de la Campana, tiene un escaparate maravilloso; la segunda es la capital mundial del ex libris, fíjese qué regalazo. Los hacen de madera, preciosos.

Si va por Isla Mágica, que abre el 4, podrá admirar en el Corral de Comedias el formidable belén hecho por socios belenistas sevillanos. Por cierto: imprescindible, a partir del día 6, la exposición navideña del Círculo Mercantil en Sierpes, con unos dioramas de primera y un nacimiento de Silvio Torilo de caerse de espaldas.

Más belenes: los clásicos de Cajasol, de corte renacentista, y otro hecho para el Ayuntamiento en las Naves del Barranco (viniendo de Triana le coge de camino). En los próximos días se irán exponiendo otros de los que El Correo les informará largo y tendido, aunque, de momento, en los escaparates de las tiendas del centro encontrará abundantes misterios. El que sigan abiertas no es el menor de ellos.

  • 1