La asignatura de Educación para la Ciudadanía vuelve a colocarse en el epicentro del debate político y ciudadano a sólo tres días de las elecciones generales y autonómicas. El fallo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) avalando la objeción de conciencia de la asignatura a requerimiento de unos padres onubenses, plantea ahora ciertos dilemas que los magistrados deben resolver cuanto antes para que el ciudadano no acabe innecesariamente confundido. Acatado el fallo, en primer lugar habrá que aclarar a los padres y a los profesores si la decisión del alto tribunal, todavía no resuelta porque será recurrida ante órganos judiciales superiores -Tribunal Supremo- podría sentar precedente para exigir con éxito la objeción en cualquier otra asignatura del currículo escolar, por ejemplo. Sobre el papel parece posible. Y en segundo lugar los jueces del TS tendrán que unificar jurisprudencia ya que la decisión de los magistrados del TSJA contrasta frontalmente con las de sus homólogos de Asturias y Cataluña que se han pronunciado contra la objeción a la asignatura. Es preciso recordar de nuevo además que Educación para la Ciudadanía nace a instancias de organismos europeos. Que arranca antes de que el gobierno socialista llegará a La Moncloa y que fue aprobada tras el consenso de todos los colectivos afectados. Hasta que todas estas interrogantes no se respondan adecuadamente el pronunciamiento del alto tribunal andaluz creará una innecesaria zozobra entre los alumnos que deben estudiar la disciplina, los profesores que deben impartirla y los miles de familias que están de acuerdo con que sus hijos conozcan los valores que plasma la asignatura. Que no son otros que la realidad de la España de hoy y los valores constitucionales. Aunque si en algo no han estado acertados los jueces a la hora de pronunciarse es justo en las fechas en las que lo han hecho. A pocos días de unas elecciones generales y habiendo podido hacerlo mucho antes o al día siguiente del 9M el tufillo político de este singular fallo judicial resulta bastante evidente a los ojos de miles de ciudadanos.
