El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha precisado que a día de hoy se puede afirmar que "estamos ante el principio del fin" de ETA. "El final puede ser muy duro, como todos los finales, pero desde mi experiencia creo que esto es el comienzo del final", apostilló.
El ministro pronunció estas palabras en un discurso tras ser galardonado por su trayectoria contra el terrorismo por el Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Madrid en un acto desarrollado en el restaurante Casa de Mónico en las afueras de la capital de España. Durante su intervención, también insistió en que "se puede gritar en público que el País Vasco no es España", pero no mediante el uso de las pistolas, y advirtió a los partidos que no condenen la violencia de que "no se les dejará entrar" en la vida política.
Ayer, Rubalcaba presidió junto con el presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, el acto central del Día de la Policía, en el que se realizó un homenaje a todos los agentes fallecidos en acto de servicio, entre ellos los 146 policías que han sido asesinados por ETA desde la creación de este cuerpo. En el acto se impusieron además más de 700 medallas al mérito policial, entre ellas al presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez; al titular del Juzgado Central de Instrucción número tres de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska; así como al fiscal de este tribunal Vicente González Mota.
Durante su discurso, el ministro del Interior aseguró que en España existe una "nítida percepción" del buen trabajo que realizan los miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Pérez Rubalcaba recordó que se trata de 70.000 agentes, "mujeres y hombres dispuestos y preparados para protegernos", a proteger el ejercicio de los derechos y libertades y que "trabajan noche y día para que estemos y nos sintamos más seguros".
Tras recalcar que millones de ciudadanos y la sociedad en general tiene motivos para estar agradecidos a la Policía Nacional, matizó que "no todos están así de satisfechos: los delincuentes no lo están" ya que saben que cada vez son detenidos con más eficacia. Así, dijo, lo saben los terroristas, cuyos jefes cada vez son detenidos con más rapidez; lo saben las mafias de crimen organizado, los que intentan prevalerse de sus puestos de responsabilidad, y lo saben los delincuentes.
