Economía

Europa endurece los test de estrés y obliga a España a recapitalizarse

Bruselas aumenta el mínimo de solvencia exigido a la banca del 5% al 7%, lo que haría suspender a 17 entidades españolas.

el 11 oct 2011 / 17:51 h.

La cantaora María Toledo.

Despejar de una vez por todas las dudas sobre la fortaleza del sector bancario europeo e inyectar capital a todo aquel que lo necesite para alejar definitivamente cualquier incertidumbre sobre lo que queda o no bajo las alfombras de las entidades financieras. Y no tener que volver a acudir a segundos rescates, como ha ocurrido con el caso del banco francobelga Dexia, cuya intervención reactivó todas las alarmas.

Para ello, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) ha sometido a los bancos europeos a nuevas pruebas de resistencia, los conocidos como test de estrés, en las que exige a las entidades que alcancen en el escenario más desfavorable un ratio de capital de máxima calidad (Tier 1) de al menos un 7% frente a la solvencia del 5% que requirió a las que participaron en los test de julio pasado, según fuentes bancarias.
Los bancos que no alcancen ese 7% exigido por la autoridad europea deberán presentar un programa para fortalecer su posición de capital. "Se prevé que un número significativo de bancos no pase la prueba", aseguran las fuentes consultadas.

Los nuevos datos exigidos, que deben estar basados en el cierre de junio, fueron solicitados a las entidades el pasado viernes y ayer los reclamaron. El objetivo es actualizar los resultados de julio para reflejar el deterioro de la deuda soberana griega y de otros países periféricos que las entidades tienen en sus balances.

Las últimas pruebas de resistencia a 90 bancos europeos publicadas en julio han sido muy criticadas por no ser lo suficientemente estrictas, ya que requerían una solvencia del 5%, pero no contemplaban pérdidas graves por las inversiones en deuda griega y otras obligaciones soberanas. Dexia es un ejemplo de ello, pues aprobó el examen pero ha vuelto a necesitar ayudas públicas.

Con los datos de la última prueba, alrededor de 48 entidades europeas no superarían estos test, entre ellos National Bank of Greece, Eurobank, Royal Bank of Scotland, Commerzbank, Societe Generale, Deutsche Bank y Unicredit, mientras que las necesidades de capital rondarían los 100.000 millones de euros.

En el caso de España, con estos nuevos requisitos, 17 entidades financieras (cuatro bancos y trece cajas) suspenderían las pruebas en el caso de que no se tengan en cuenta las provisiones genéricas y otras medidas que sí son válidas para el Banco de España. De contar con ese colchón, el número de suspensos se reduciría a ocho: dos bancos (Bankinter y Banco Pastor, que se encuentra en proceso de fusión con Banco Popular) y seis grupos de cajas (Bankia, Novacaixagalicia, Catalunyacaixa, CAM, Unnim y Caja 3).

En ambos supuestos, BBVA, que obtuvo un capital principal del 9,2%, Banco Santander (8,4%) y Banca March, que fue el que sacó mejor nota con un 23,5% en el resultado europeo de julio, así como las cajas que integran el Grupo BBK (8,8%), Caja España (7,3%), Unicaja (9,4%), Kutxa (10,1%) y Vital (8,7%), aprobarían con estos nuevos requisitos.

De hecho, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, presentará precisamente hoy sus propuestas para llevar a cabo una recapitalización coordinada de los bancos de la UE para que puedan resistir el agravamiento de la crisis de deuda y liberarse de sus activos tóxicos, y de la que no aportó más detalles. Barroso hizo el anuncio tras reunirse con el primer ministro holandés, Mark Rutte.

Bruselas aún no ha hecho su estimación sobre las necesidades adicionales de capital de la banca comunitaria, que el Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúa entre 200.000 y 300.000 millones.

Sus propuestas servirán de base para que los jefes de Estado y de Gobierno adopten una decisión en la cumbre del próximo día 23. El Consejo Europeo se ha retrasado una semana para dar más tiempo a preparar estas recapitalizaciones, un aplazamiento que se atribuye a las diferencias entre Francia y Alemania. Merkel defiende que el refuerzo se haga con fondos privados o ayudas nacionales y que solo los países más débiles acudan al fondo de rescate de 440.000 millones, pero Sarkozy quiere usar este mecanismo para recapitalizar su banca y no perder su calificación crediticia triple A.

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