El jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del hospital Virgen Macarena, José Luis Dueñas, alertó ayer de que el aumento del uso de anticonceptivos en los últimos doce años no ha servido para frenar el número de abortos. El motivo, según él, es un mal empleo de dichos métodos.
José Luis Dueñas, miembro del equipo Daphne, presentó ayer en Sevilla los resultados de la VI Encuesta Bayer Schering Pharma sobre Anticoncepción en España. En ella se muestra cómo se ha duplicado la utilización de métodos de contraconcepción por parte de parejas fértiles desde 1997 -se ha pasado del 49% de uso al 79%-. A pesar de esto, la tasa de abortos pasó de los 5,52 por cada 1.000 mujeres en 1997 a los 11,49 por cada millar en 2007.
Dueñas explicó que este desequilibrio se debe a un mal uso de los anticonceptivos, que hace que actualmente haya en España más de dos millones de mujeres expuestas a un embarazo no deseado. De todas las españolas en edad fértil -11 millones, entre 15 y 49 y años-, el 10% no utiliza anticonceptivos por temores o porque sus parejas no quieren, o usan métodos no eficaces, y el 8% los emplean mal.
Uno de los principales peligros, según el experto, es la utilización inconsistente del preservativo -primer método usado, según la encuesta-, sobre todo en la franja de edad de entre 25 y 29 años. Otra amenaza es el descanso en las tomas de la píldora anticonceptiva. Dueñas alertó de que un 37% de usuarias lo lleva a cabo por recomendación de profesionales, a pesar de que esto "no ofrece ninguna ventaja, sino que solamente aumenta el riesgo de embarazos no deseados".
La encuesta, realizada a 2.100 mujeres de toda España, revela una estabilización en torno al 80% en el uso de anticonceptivos. Hay una tendencia de aumento en las jóvenes de entre 15 y 25 años (hasta 10 puntos desde la anterior encuesta, en 2007), mientras que en las mujeres de más de 35 años se ha detectado un descenso de hasta cinco puntos.
El método preferido sigue siendo el preservativo, en un 37,3%, seguido de la píldora (17,9%) y de otros sistemas hormonales (como el anillo, el parche, o el implante, en un 5,7%). Las técnicas no reversibles -vasectomía o ligadura- son cada vez menos populares.
