La tierra, el aire, el fuego... pero sobre todo, el agua, serán los protagonistas de la ceremonia de inauguración de la Expo de Zaragoza. Un último invitado de excepción, el elevado nivel del Ebro, impedirá que esta noche se estrene el espectáculo del iceberg. En su lugar, un castillo de fuegos artificiales dará la bienvenida.
Llegó el día clave aunque la prueba de fuego se superó, con creces, en el ensayo general del martes, cuando se registraron 29.042 visitantes. No obstante, la organización se ha marcado como objetivo que la ciudad atraiga, en los próximos tres meses, a 3,6 millones de personas.
Por lo pronto, esta noche se espera a los invitados más ilustres: la Familia Real al completo, el equipo de Gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza, el primer ministro marroquí, Abas el Fassi; el de Andorra, Albert Pintat; así como los presidentes de México, Felipe Calderón; Portugal, Aníbal Cavaco Silva; y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. El acto comenzará a las nueve de la noche con un discurso institucional en el palacio de congresos. Posteriormente, a las 23.00 horas empezará el acto que pondrá el colofón a la inauguración en la Plaza de la Expo: el espectáculo Iluminar, de Berthoneau. La tierra, el fuego, el agua y el aire serán entonces los protagonistas con 60 puntos de pirotecnia sobre la Torre del Agua. Los inflables de Plasticiens Volants pondrán el punto y final del día, en torno a las 23.30 horas.
105 países. Entonces apenas faltarán 10 horas en las que los operarios continuarán ultimando los detalles para que a las diez de la mañana del sábado los tornos de las tres puertas de accesos den paso a la primera exposición en el mundo de carácter monográfico.
Un total de 105 países, organizaciones internacionales, comunidades autónomas y entidades y organizaciones no gubernamentales harán del agua su elemento integrador hasta el próximo 14 de septiembre. La idea es que al finalizar la muestra todos ellos sellen La Carta de Zaragoza, un documento a favor de su uso racional. Por ello, ha llamado la atención que países tan influyentes como EEUU, Canadá, Reino Unido, Chile, Israel o Australia hayan declinado estar presentes en el evento.
De lo que no hay duda es que entre los hitos arquitectónicos se encuentran la Torre del Agua, un diseño de Enrique de Teresa de 78 metros de altura, y el Pabellón Puente, proyectado por la famosa arquitecta iraquí Zaha Hadid. La fachada de la Torre, cuya forma y color se han inspirado en una gota de agua, está hecha de vidrio con módulos solares integrados para que por la noche se convierta en un faro luminoso. El Pabellón Puente, de 260 metros de largo, es una construcción de acero que cumple la función de unir la ciudad con el recinto de la Expo. No menos impresionante es el Acuario Fluvial: mostrará paisajes acuáticos y fluviales de los cinco continentes, representados por 4.800 especies animales y otras 300 vegetales.
Merece también una atención especial el Pabellón de las Iniciativas Ciudadanas, construido en forma de cántaro con materiales naturales como paja, bambú y barro. Y por supuesto, el de España, inspirado en los clásicos bosques de chopos característicos de las riberas del Ebro.
Otros elementos arquitectónicos de referencia: el banco más largo del mundo, de 800 metros de longitud, situado a lo largo del río, y la noria más grande de Europa, de 17 metros de diámetro, construida a mano por artesanos sirios.
