El Betis tiene un nuevo técnico, Antonio Tapia, se ha reforzado con Goitia y Carlos García y está a punto de contratar a Sunny e Iriney. Puede decirse en voz alta que los fichajes verdiblancos son de categoría... de la categoría adecuada. Entre todos suman la friolera de 466 partidos en Segunda División.
El Betis ha descendido y para ascender no hay que hacer un equipo de Primera, sino un equipo de Segunda que también disponga de alguna gota de calidad para desequilibrar en última instancia. La dureza de la categoría y la dificultad de la adaptación así lo aconsejan y la dirección deportiva verdiblanca está haciendo suya esa premisa. A los refuerzos, y a sus números, hay que remitirse. Tanto los tres ya confirmados (entrenador incluido) como los dos que más suenan ofrecen en su currículum una amplia experiencia en la división de plata, hasta el punto de que entre los cinco suman la friolera de 466 partidos en esa categoría y 272 en Primera. Excepto Iriney, todos los demás han jugado más en Segunda que en Primera.
Antonio Tapia es la base del proyecto. El cordobés, la revelación del año en los banquillos de Primera, no lleva ni una década en el fútbol de élite y más de la mitad de ese trayecto lo ha recorrido por los campos de Segunda. Debutó en la categoría con el Poli Ejido -al que subió desde Segunda B- en la 2001-02, luego pasó un año y medio en el filial del Málaga, después regresó al conjunto celeste y por último dirigió al Granada 74, que ocupó la plaza del Ciudad de Murcia. En total, 148 encuentros. En Primera son 79, todos en el Málaga.
El vasco también conoce al detalle cómo es la Segunda porque la ha vivido, y sufrido, durante cuatro temporadas, dos en el Málaga B y dos en el Málaga. Con el filial descendió a Segunda B y con el primer equipo ascendió a Primera. En el B ya estuvo con Tapia, como el año pasado en la división de honor. En total, 114 choques en Segunda y 27 en Primera.
Carlos García también supera el centenar de actuaciones en Segunda. Estuvo un año en el Poli Ejido, donde casualmente no coincidió ni con Sunny ni con Tapia, y dos en el Almería, con el que logró el ascenso. Su media fue de 35 partidos por campaña. En Primera ha jugado 57 veces.
iriney, la excepción. Y quedan los dos futbolistas que pueden ser béticos en cuestión de días. Sunny se forjó como futbolista en el Poli cuando estaba en Segunda (el último año jugó 35 partidos con Tapia al mando); en Primera, en cambio, apenas ha llegado a las 14 participaciones en los dos últimos ejercicios. Iriney es otro caso: sólo estuvo un año en Segunda, en el Rayo, frente a cinco campañas en Primera repartidas entre los vallecanos, el Celta y el Almería. Él sí es más de Primera (95 partidos) que de Segunda (36).
