Los alumnos de la sexta edición del taller de formación en mediación de conflictos tuvieron el miércoles una mañana muy movidita. En ella, los profesores y actores de teatro, Daniel Bargalló y Rafael Moreno 'Falín', ayudaron a los participantes a perder la verguenza y a relacionarse con sus compañeros.
Rompiendo con el tópico de la clásica conferencia con los alumnos sentados dentro de un aula, los organizadores basaron su intervención en un taller más participativo ya que, según indicaron, lo fundamental para la formación de un buen mediador "son las clases prácticas".
Debido al alto nivel de ruido producido por las actividades, los profesores decidieron sacar a los asistentes a la puerta principal del hotel Alcázar de la Reina de Carmona, donde tuvo lugar el taller. Una vez allí, comenzaron una serie de juegos entre los que destaca el clásico 'pollito inglés', para de este modo conseguir la interacción de los participantes y "arrancar de raíz" la verguenza.
Uno de los coordinadores de este taller y a su vez, del curso de especialista universitario en mediación que la Universidad Pablo de Olavide imparte, Juan Diego Mata, indicó que el objetivo de las actividades es: "humanizar y organizar el control de las emociones, sentimientos, el trabajo en equipo y la deshinibición".
Intentando adaptar los contenidos de un curso completo, a una semana que duran los ciclos de verano, pretenden "dar una pequeña pincelada de los que imparten en un año", de esta forma los alumnos conocen la metodología y pueden "engancharse a una materia que está cada vez más al alza".
Mientras los alumnos "jugaban" y proseguían con sus actividades lúdico-prácticas, los coordinadores del curso analizaban sus relaciones, "el del pantalón blanco se mueve más que ninguno" o "la rubita sólo salta cuando lo hace su amiga", eran algunos de los análisis que se podían escuchar si te acercabas a ellos, que no se separaron del grupo ni un sólo momento.
Las altas temperaturas que azotan a Carmona en esta época del año, obligaron a los organizadores a buscar un lugar más fresco, donde no se recibiera el impacto directo del sol. El lugar elegido para continuar con las actividades fue, la sede de la Olavide en Carmona, el palacio de los Briones. Una vez allí los componentes del grupo teatral, Daniel Bargalló y 'Falín', continuaron las actividades.
Durante el transcurso de las diferentes prácticas iban soltando a los participantes pinceladas sobre una buena mediación. "Tenemos que confiar en nosotros mismos, apoyarnos en el compañero", indicaba 'Falín'.
Otra de las actividades que una vez en uno de los patios del palacio de los Briones desarrollaron fue un "pase de modelos". Para ello, los participantes tuvieron que desfilar por un pasillo para que sus compañeros los imitasen. De este modo se buscaba "fomentar la imitación y la observación de las personas como una forma de empatía".
Por último y "como entrenamiento para soltar la vergüenza y fomentar la seguridad", los más aventurados participantes se atrevieron a colocarse una nariz de payaso e interaccionar con los objetos para intentar captar la atención de los demás y causarles impresión.
Para concluir la sesión, el grupo regresó al hotel, donde tanto profesores como coordinadores ofrecieron una valoración de la jornada. Una jornada la del miércoles, donde las risas y la complicidad fueron la tónica dominante, donde se paso de "el individualismo a formar un grupo".
