El Ministerio de Justicia y los sindicatos CCOO, CSI-CSIF, UGT y STAJ, convocantes de la huelga indefinida que comenzó el pasado 4 de febrero en la Administración de Justicia no transferida, no lograron ayer alcanzar un acuerdo en la décima reunión que han mantenido para poner fin a la protesta.
El departamento que dirige Mariano Fernández Bermejo emitió un comunicado en el que señala que las causas de la falta de acuerdo son las "inflexibles" exigencias sindicales sobre aumento de salarios y para que no se descuente a los huelguistas los días dejados de trabajar, mientras que los sindicatos creen que el ministro "no tiene ningún interés en solucionar este conflicto".
Según Justicia, los sindicatos renunciaron a continuar el diálogo, se levantaron de la mesa y no variaron su exigencia inicial (200 euros de incremento mensual para cada trabajador desde el 1 de enero de 2008), a la que añadieron la pretensión de que el Ministerio se comprometa a realizar planes de recuperación que compensen económicamente a los huelguistas por los días que no han trabajado.
El Ministerio añade que con el ánimo de resolver el conflicto formuló sucesivas ofertas de mejora del sueldo, pese a lo cual los sindicatos reiteraron sus exigencias iniciales. En estas condiciones, Justicia cree que la posición sindical no es de negociación, sino de imposición de sus condiciones.
En la mañana de ayer los secretarios judiciales de Gobierno y los gerentes territoriales del Ministerio se reunieron para organizar los servicios necesarios para paliar los efectos del paro.
Los trabajadores que secundan la huelga son alrededor de un 40% de los 10.700 que dependen de Justicia, que a su vez son una cuarta parte, aproximadamente, del total del país, según los controles elaborados cotidianamente a partir de los datos procedentes de cada órgano judicial.
Mientras tanto, las protestas continuaban. Un centenar de funcionarios del Ministerio de Justicia cortaron ayer la calle Génova durante media hora con la misma reivindicación que justifica su huelga de más de un mes. A la altura de la Audiencia Nacional, uno de los tribunales afectados por la huelga, funcionarios de este departamento gritaron consignas como "un bote, dos botes, tres botes, Bermejo el que no bote".
Mientras tanto, la Policía Nacional desalojó de "forma pacífica" a 40 funcionarios de Justicia, que se encerraron en la Sala de lo Contencioso-Administrativo, situada en la calle Lardero de Logroño. Protestaban también por la equiparación salarial.
