Txeroki ya está en la cárcel. La jueza Laurence Le Vert le imputó el viernes al considerarlo jefe del aparato militar de ETA y le envió a prisión provisional, aunque desestimó el cargo de asesinato por los crímenes de Capbreton. El etarra no quiere declarar y su ordenador se resiste a colaborar.
Después del interrogatorio, y tal como prevé la legislación francesa, tanto Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki, como Leire López Zurutuza, su novia y presunta etarra detenida con él el pasado lunes, fueron enviados a prisión provisional por decisión del juez de las libertades y la detención (JLD). La juez imputa a López Zurutuza el delito de "asociación de malhechores" en relación con el sumario abierto por la investigación en la casa de esa localidad francesa, donde se encontraron armas, documentos y matrículas de automóvil falsos y explosivos, agregaron las fuentes.
A Txeroki se le imputa por "dirección de un grupo con el objetivo de preparar un acto de terrorismo" además otros delitos como receptación de robo en banda organizada, de robo con armas, de robo de fondos y de tenencia de sustancias utilizadas para la fabricación de explosivos, aunque no por asesinato.
Txeroki tiene, sin embargo, 22 causas pendientes en los seis juzgados centrales de instrucción de la Audiencia Nacional española, entre las que sí se encuentran los asesinatos de Capbreton del 1 de diciembre de 2007 y el atentado en el aeropuerto de Barajas en diciembre de 2006, que causó la muerte a dos ciudadanos ecuatorianos y que supuso la ruptura del alto el fuego decretado por la banda en marzo de aquel año.
En este sentido, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo, sin embargo, que quien rompió la anterior tregua fue "ETA en su conjunto" y que la orden de la ejecución del atentado de Barajas, que puso fin al proceso de paz, no se puede atribuir "taxativamente" al detenido.
Pese a que no haya sido imputado directamente en París por los asesinatos de Capbreton, tácitamente se le atribuyen a Txeroki. De hecho, el jefe militar de ETA se jactó ante los dos responsables del comando Navarra de que la Policía sabe perfectamente qué etarras participaron en el doble crimen de Capbreton porque "se habían tenido que ir a la carrera, dejando numerosas huellas en el lugar".
Silencio . En esta coyuntura, Txeroki se negó a hablar. Ni siquiera pudieron obtenerse datos de los ordenadores que se le incautaron, pues la información no podrá ser descifrada a menos que el etarra facilite la contraseña o que los investigadores, en un golpe de suerte, acierten la clave.
Los dos equipos informáticos se encuentran protegidos con el ya conocido programa PGP, utilizado desde hace años por los miembros de la banda terrorista para codificar sus archivos. Rubalcaba, sin embargo, aclaró que no es "relevante" la dificultad que está teniendo la Policía para "desencriptar" la información, ya que "siempre" es así.
